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25 julio 2009

Santiago y Trieste

Qué mejor día para insertar la crónica de los actos del centenario de Carlos VII en Trieste, que esta fiesta de Santiago el Mayor, Patrón de las Españas, a quien tanta devoción profesaba el Rey caballero, que impuso su nombre a su único varón y heredero, Don Jaime (a la derecha, en uniforme del Ejército imperial ruso).

Actos en Trieste en los que tuvo destacada presencia el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, con la presencia de su

presidente y su secretaria, así como de varios carlistas madrileños y castellanos.


Trieste, 18 julio 2009 [FARO]. Lo habíamos anunciado. La Comunión Tradicionalista no podía dejar de conmemorar dignamente el centenario de la muerte del Rey Carlos VII. Y, con la ayuda de Dios, así ha sido. Aunque la realidad ha mejorado las expectativas.

Más de cien personas en total han participado en los actos desarrollados en Trieste el pasado viernes 17 de julio, en presencia de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón. A su llegada a Bolonia, el Duque de Aranjuez fue recibido por el Delegado de la Comunión Tradicionalista en la Península italiana, doctor Maurizio Di Giovine, y por la profesora de la Universidad de Perusa Dianella Gambini. Tras varias paradas en el camino, al objeto de visitar distintos lugares, algunos ligados a la historia del Carlismo, llegaron a Trieste en la tarde de la víspera, festividad de la Virgen del Carmen, bajo cuya protección pusieron la organización. Ya en la espléndida ciudad adriática, puerto que fue del Imperio austro-húngaro, instalaron el cuartel general en el hotel tradicional situado en la hermosa plaza que se abre sobre el mar y cenaron con algunos de los carlistas españoles que empezaban a llegar desde distintos puntos de la Península Ibérica.

En la mañana del viernes, se desayunaron con la noticia dedicada a los actos por el periódico local Il Piccolo y diversas emisoras de radio. Después de una rápida visita de algunos de los muchos lugares de la ciudad cargados de recuerdos carlistas, miembros de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón trabajaron con el Regente en la conclusión de sendos documentos llamados a entrar en la historia del Carlismo. Almuerzo rápido y frugal en la típica «trattoria» del paseo marítimo «Alle bandierette», y primer encuentro en el Palazzo Gopcevich, uno de los más bellos de la ciudad, a orillas del canal que desemboca en el mar ya cercanísimo. Allí, en uno de los salones de que el Ayuntamiento de Trieste dispone para los actos de mayor relieve, bajo un sol de justicia en un día en verdad espléndido, empezaba a las 16 horas el congreso internacional «El Carlismo español y la Trieste de los Habsburgo». El concejal de cultura del Ayuntamiento, doctor Massimo Greco, dio la bienvenida a los presentes, mostrando su satisfacción por haber podido participar en la organización del congreso con el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y saludar a S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, sentado en primera fila rodeado de algunos de sus más cercanos colaboradores.


A continuación, la profesora Dianella Gambini, coordinadora de la sesión, en breve y rica exposición, presentó las claves del tema y los ponentes. Comenzó en castellano el historiador José Antonio Gallego, que centró la figura del Rey Carlos VII en la historia del Carlismo y resaltó cómo representa el momento de su madurez, entre la vivencia de los inicios y la teorización posterior. Siguió, a continuación, en lengua italiana, el historiador napolitano Francesco Maurizio Di Giovine, que ilustró las estrechas conexiones del Carlismo español con la Península italiana y en particular con Trieste, claro está, pero también con el Ducado de Módena y el Reino de Nápoles. Alterándose el orden inicialmente programado habló, en tercer lugar, el director científico del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, profesor Miguel Ayuso, quien alternando castellano e italiano trató de la misteriosa vigencia –en su aparente inactualidad– del tetralema «Dios-Patria-Fueros-Rey». Finalmente, el decano de la Facultad de Derecho de la cercana Universidad de Údine, profesor Danilo Castellano, tuvo una lección magistral en su italiano límpido sobre la conexión necesaria entre monarquía y legitimidad que ya había anticipado en su anuncio de comunicación al congreso de los 175 años del Carlismo, el mes de septiembre del pasado año.

Terminado el seminario cerca de las 18:15, una buena parte de los numerosos participantes, que se comenzaron a tocar con boinas rojas y blancas, se encaminaron a la Catedral de San Justo, donde esperaban otros amigos, y donde en la puerta se fueron formando numerosos y animados corrillos que mezclaban con frecuencia castellano e italiano. Cerca de las 19 horas fueron ocupando las sillas dispuestas al efecto mirando al altar de la capilla de San Carlos Borromeo, primera de la nave de la epístola, donde están enterrados los restos del Rey Carlos VII y de sus antecesores los Reyes Carlos V, Carlos VI y Juan III, la Princesa de Beira y otros miembros de la Familia Real española. El altar estaba adornado con el «paliotto», o revestimiento delantero, que lleva bordadas las armas de España y las iniciales del Rey Carlos VII y su mujer la Reina. Monseñor Ignacio Barreiro, capellán del Papa, y nuestro también, por qué no, salió igualmente revestido de antiguos ornamentos litúrgicos que llevaban las armas de España, contrastando con el negro fúnebre. Cuando sale, apenas ha ocupado su sitial en la presidencia S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, mientras que frente a él se sitúa el joven Miguel Gambra, que porta la bandera del Tercio del Rey, con restos de sangre, de nuestra Cruzada de Liberación, traída con cariño por Íñigo Pérez de Rada. Momento sin duda emocionante, pues Don Sixto Enrique presidía la Misa de aniversario del centenario por Don Carlos VII en el mismo lugar donde cien años antes su padre, que luego sería el Rey Don Javier, había ocupado también un puesto en la presidencia de los funerales. La diferencia, quizá, radicaba en que esta vez, a diferencia de aquélla, y no hay más que leer –quien quisiere– las páginas del Melchor Ferrer, Don Sixto Enrique se encontraba solo, sin otros príncipes reales. Aunque, eso sí, rodeado de leales. La liturgia, pese a alguna dificultad gracias a Dios al final solventada, se celebró en el rito inmemorial de la Iglesia codificado por San Pío V, y no faltó detalle, como el de los misales entregados a los asistentes con el común y el propio de la «Missa in anniversario defunctorum», «en sufragio de S.M.C. Don Carlos VII, Rey legítimo de las Españas». Monseñor Barreiro pronunció un hermoso sermón sobre el profundo sentido católico del Carlismo, con referencia al pensamiento político-religioso de Don Carlos VII. Al alzar rindió la bandera el alférez. Finalizada la Misa un coro gregoriano venido de Venecia y Bolonia, procurado por nuestros queridos amigos de «Una Voce», la doctora Alessandra Codivilla y el profesor Fabio Marino, respectivamente presidente de la asociación de Bolonia y coordinador de las asociaciones de las Venecias, ambos presentes en los actos. Tras despedirse del párroco, Monseñor Giorgio Carnelos, que saludó al Duque de Aranjuez, los presentes se congregaron en la puerta para cantar el Oriamendi.


En este Escorial legitimista en el exilio, se encuentran a disposición de los visitantes unos folletos, gentileza de la Fundación Ignacio Larramendi, que explican en tres idiomas (español, italiano e inglés) el significado de la capilla y los restos que allí reposan.

Desde San Justo, de nuevo hacia el paseo marítimo, al Club Náutico Adriaco, uno de los más característicos y relevantes de la ciudad, para la cena de clausura, con platos típicos de pescado y excelentes vinos locales. El presidente, Nicolò di Manzini, se hizo presente para saludar a todos y, en especial, al Abanderado, quien en la mesa presidencial sentó, entre otros, a la profesora Dianella Gambini, a Monseñor Ignacio Barreiro, al Marqués de Jaureguizar, a Luis Infante, a José de Armas y al profesor y conde Salvatore Olivari de la Moneda. Buena representación de academia, clero, nobleza y gobierno. En una segunda, con Maurizio Di Giovine y su encantadora esposa Anna, se sentaban –también entre otros– el doctor Giovanni Salemi y una representación de tradicionalistas meridionales, además del profesor milanés Giuseppe Manzoni di Chiosca y su hermana. En la tercera, junto al director del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, veíamos –por una parte– a José Antonio Gallego, Íñigo Pérez de Rada y Ana Enríquez, y –por otra– a las profesoras Marina Carrese y Mariolina Spadaro. Otro grupo, formado por Soledad Pérez de Sevilla, María del Carmen Palomares y Pilar Badiola, se juntaba en una cuarta mesa con la triestina Maria Novella Lopell y otras damas y caballeros de la región. La quinta mesa reunía a los miembros de las Juventudes Tradicionalistas (entre ellos Javier Martínez-Aedo, Miguel Gambra, Jorge de la Puente, Fernando Andina, Raúl Bolívar, etc.) con otros jóvenes italianos como Benedetta Di Giovine. En diversas mesas se veía también al secretario del CEH Felipe II, profesor Juan Cayón, a Estanislao García, a Eduardo Fernández-Pintado, al General De Bernardini, a Luigi De Rosa, etc. Cerraron la cena un brillante brindis de José de Armas y las palabras, intensas, agudas y penetrantes, de Don Sixto Enrique de Borbón.


Son muchas las asociaciones tradicionalistas que se quisieron hacer presentes: «Una Voce», por medio de los representantes antes mencionados y del excelente coro; Cooperativa Editorial Il Giglio, a través de la profesora Marina Carrese; Fraternità Cattolica, con su animador el profesor Giovanni Turco; Asociación Italia-Austria, con la doctora Lopell; Comité de los Congresos Tradicionalistas de Civitella del Tronto, a través de la adhesión de su presidente el profesor Paolo Caucci y de su alma Maurizio Di Giovine, de los que no es preciso decir nada más; Comité de los Congresos conmemorativos de la Batalla del Volturno, con el doctor Giovanni Salemi; L’Alfiere, de Nápoles, con la adhesión de su director, Edoardo Vitale; Instaurare Omnia in Christo, de Údine, con su director el admirable profesor Castellano; Lettera napolitana, también con la presencia de su director y querido amigo; The Roman Forum, por medio del profesor John Rao, quien quería asistir con una amplia compañía y que no llegaron a tiempo; Tradizione, de Milán, con su subdirector el profesor Manzoni; Centro Bibliográfico Charles Maurras, del que siempre recordamos con cariño a Enzo Esposito desde su presencia en el gran acto madrileño de la Comunión Tradicionalista contra la Constitución Europea; Centro Tradizione e Comunità, de Modugno, fundado por el que fue nuestro entrañable amigo Pino Tosca (s.g.h.), con la adhesión de Sara Carnicella; Confraternità di San Giacopo, delegación de Lombardía, con la presencia de su responsable, etc. Numerosísimas las adhesiones personales de amigos de Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Colombia, Méjico, Francia, Portugal y Polonia. Tantísimas españolas, que es mejor ni siquiera mencionar, para evitar agravios, de todo tipo. E italianas: además de las dichas, y de otras numerosas, que se nos disculpará ahorremos, las muy importantes del fiscal de Perusa Giuliano Mignini, el profesor florentino conde Giorgio Cucentrentoli di Monteloro, el mayor historiador del Gran Ducado de Toscana; así como la del marqués Benedetto Patrizzi y su mujer, sobrina de Carlo Francesco d’Agostino, el mayor azote –como es sabido– de la democracia cristiana italiana durante más de cuarenta años.

Al día siguiente, sábado 18 de julio, aniversario de la muerte de Carlos VII y del Alzamiento Nacional de 1936, se reunió en Capítulo la Orden de la Legitimidad Proscrita, donde S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, Gran Maestre, anunció que se había dignado crear caballeros de la misma a Monseñor Ignacio Barreiro, a los profesores José Miguel Gambra y Danilo Castellano, y a los señores don José de Armas, don José Antonio Gallego, don Luis García Gallardo y don Luis Infante.

Finalmente, acompañado por el jefe de su Secretaría Política, el Delegado en la Península italiana y la profesora Gambini, volvió hacia Bolonia, pasando antes por el Cataio, palacio fortificado cercano a Padua, propiedad que fue de los Duques de Módena, donde el Rey Don Alfonso Carlos vivió con su madre de niño y del que decía que era el lugar donde más feliz había sido. Tras una cena en la hermosa ciudad universitaria, con varios importantes tradicionalistas de la localidad, al día siguiente regresó a París, no sin antes ser despedido en el aeropuerto por el séquito que hasta entonces le había acompañado.

El mismo día 18 todavía llegaba a Trieste otro pequeño grupo de carlistas, que también visitaron el Cementerio de Santa Ana, el palacio de la vía del Lazzareto Vecchio y la Catedral de San Justo, donde oyeron misa celebrada por Monseñor Carnelos en la Capilla de San Carlos Borromeo. Procedían de Venecia, donde visitaron diversos lugares de interés carlista y fueron recibidos por el Presidente del Consejo Comunal de Venecia, Renato Boraso, a quien entregaron una placa con la leyenda «La Comunione Tradizionalista Carlista alla città di Venezia, in segno di gratitudine per l’accoglienza di Don Carlos VII, Duca di Madrid, Re legittimo di Spagna, durante il suo esilio tra il 1881 e 1909. Venezia, 18 di Luglio 2009, nel Centenario della morte di D. Carlos VII de Borbón».

02 octubre 2008

Crónica del congreso 175º aniversario del Carlismo











Tomamos la crónica del cuaderno de bitácora provisional del Consejo de Estudios Históricos Felipe II, http://consejofelipesegundo.wordpress.com, donde también puede verse una galería de fotos del congreso y más noticias sobre el mismo.



Como adelantábamos en la crónica de urgencia anterior, el CLXXV aniversario del primer «¡Viva Carlos V!», dado en 1833 por don Manuel María González y los Voluntarios Realistas de Talavera de la Reina, ha sido dignamente conmemorado por el congreso internacional «Una revisión de la tradición política hispánica: A los 175 años del Carlismo», organizado en Madrid por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, con la colaboración del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, en continuidad con el que en 1983 organizasen en la propia Talavera los recordados Gabriella Pércopo, viuda de Elías de Tejada, y Joaquín García de la Concha.
Como estaba previsto en el programa, a las 08:30 del sábado 27 de septiembre dio comienzo la recepción e inscripción de participantes, en el Hotel Tirol. La instalación de puestos de libros de la Editorial Actas; la Editorial Episteme, con su colección Rutas Carlistas; la antigua Fundación Stella; y la Fundación Francisco Elías de Tejada, fue muy bien recibida por los asistentes.
Pasadas las 09:30 horas tuvo lugar el acto inaugural, en el cual intervino el profesor Miguel Ayuso, director científico del CEH Felipe II. Hizo las veces de secretario el profesor Juan Cayón. El número y la extensión de las ponencias presentadas obligó a reducir el número de intervinientes. Las ponencias completas aparecerán en el libro de las actas del congreso, que aparecerá (D.m.) en 2009, coincidiendo con el centenario de la muerte de S.M.C. Don Carlos VII.
A las 10:00 se constituyó la primera mesa, El carlismo en la historia, presidida por el profesor Andrés Gambra. Intervino en primer lugar Luis Infante, presidente del Círculo Cultural Juan Vázquez de Mella, quien se ocupó de la evolución doctrinal del Carlismo desde sus orígenes hasta la actualidad. En segundo lugar lo hizo Francisco José Fernández de la Cigoña, sobre las relaciones del Carlismo y la Iglesia. Finalmente habló el profesor Alfonso Bullón de Mendoza, sobre Carlismo y milicia, con especial atención al siglo XIX.
Presidida por Luis Hernando de Larramendi, la segunda mesa, Los carlismos regionales, contó con las intervenciones de José de Armas, sobre el Carlismo en las Islas Canarias; el profesor Javier Barraycoa, sobre el Carlismo en Cataluña; Víctor Ibáñez, sobre el Carlismo en el Reino de Valencia; Ignacio Romero, sobre el Carlismo en el Reino de Granada; Juan Manuel Rodríguez González-Cordero, sobre el Carlismo en el Reino de Sevilla; y José Antonio Ullate, sobre el Carlismo en Navarra.
Tras el almuerzo se constituyó la tercera mesa, Las visiones del Carlismo, presidida por Monseñor Ignacio Barreiro. Presentaron sus ponencias el profesor Miguel Navarro (el Carlismo visto desde la Nueva España), el profesor Jacek Bartyzel (el Carlismo visto desde Polonia), el doctor Juan Matías Santos (en nombre propio y en el del portugués profesor Jorge Azevedo Correia, sobre António Sardinha y Juan Vázquez de Mella), el profesor Francesco Maurizio Di Giovine (el Carlismo visto desde la Península Italiana).
Hubo de excusar su asistencia el presidente de la cuarta mesa El carlismo y su representación, Carmelo López-Arias, por lo cual ocupó su lugar la profesora Dianella Gambini. Expusieron sus ponencias Juan Ramón Cayón Fernández (Carlismo y numismática), Estanislao García Martín-Vicente (Carlismo en el cine), y Rafael Botella y Juan Manuel Rozas (Carlismo y literatura).
Presidió la quinta y última mesa, El carlismo y su doctrina, la profesora Consuelo Martínez-Sicluna. Fueron los intervinientes el profesor Julio Alvear (confesionalidad del Estado y Unidad Católica), Juan Luis Ferrari (el Carlismo en la revista Verbo) y el profesor José Miguel Gambra (sobre las consecuencias del Concilio Vaticano II y su declaración Dignitatis Humanae).
Pasadas las nueve de la noche se clausuró a continuación esta primera sesión del congreso. Durante la tarde había llegado a Madrid S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, en cuyo honor se ofreció una recepción en la noche del sábado.
El domingo 28 de septiembre, por la mañana, el Infante Don Sixto Enrique recibió en audiencia a una delegación de las Juventudes Tradicionalistas, cuyos integrantes lo escoltaron a continuación a la Iglesia del Tercer Monasterio de la Visitación, donde a las 13:00 presidió la Santa Misa tradicional oficiada por Monseñor Ignacio Barreiro, director de la oficina romana de Human Life International. En su vibrante sermón, el celebrante, evocando el ejemplo de San Wenceslao, glosó la relación entre realeza, Cristiandad y Tradición, y exhortó a los presentes a perseverar en la defensa de la verdadera Tradición de la Iglesia y de las Españas, papel que ha venido desempeñando el Carlismo desde su aparición. El órgano hizo sonar la Marcha Real durante la elevación del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
A la salida de la iglesia, la multitud recibió con entusiasmo a Don Sixto Enrique, y entonó el Oriamendi y los vivas de rigor.
La comida de clausura del congreso tuvo lugar en el restaurante La Galería, de nuevo en el barrio universitario de Argüelles. Durante la misma, Don Sixto Enrique de Borbón fue saludando personalmente a los asistentes. A los postres, intervino en nombre del CEH Felipe II el profesor Ayuso, quien hizo balance del congreso y expuso los planes del Consejo para el futuro. S.A.R. el Duque de Aranjuez habló a continuación, explicando el sentido de su título de Abanderado de la Tradición, destacó la singularidad del Carlismo y animó a no aceptar «convenios de Vergara» políticos o eclesiásticos. Los comensales recibieron el obsequio del pintor Augusto Ferrer-Dalmau, una lámina, serie numerada de ciento cincuenta, con la leyenda «Homenaje de A. Ferrer-Dalmau a los Herederos del Carlismo en su 175 Aniversario. Madrid, 27-28 de Septiembre de 2008». Nuevamente el canto del Oriamendi y los vivas a Cristo Rey, a España, al Carlismo y al Rey legítimo pusieron el cierre a este congreso internacional «Una revisión de la tradición política hispánica: A los 175 años del Carlismo».
Entre los participantes, podemos mencionar a los requetés veteranos de la Cruzada Fernando Samaniego Conde, del Tercio de Nuestra Señora de las Nieves, y José Álvarez Limia, del Tercio de Oriamendi; al capellán castrense don Eduardo Montes; Manuel de Santa Cruz; el académico José María Castán; el profesor Francisco Sevilla; el profesor Fernando Claro, de la Confederación Española de Juristas Católicos; Cruz Baleztena; Lucio Liaño; Santiago Barco; Javier Martínez-Aedo; Francisco Requena con su familia; el valenciano Jesús Ferrando, con su hija Carmela; los catalanes José Ramón Brustenga e Ignasi Mora; los vizcaínos Pilar Badiola, Rogelio Ossa, y las hermanas Ruiz de Gopegui; Luisa Zamanillo; el abogado Antonio Castán y su mujer Liliana Fuchs (biznieta del Coronel Sánchez del Pozo, del Tercio Ortiz de Zárate); el editor Luis Valiente; el abogado Miguel Toledano; Carlos Rodríguez Camacho; el albaceteño Luis Camacho; los asturianos Manuel Ordóñez, Antonio Capellán (delegado nacional de las Juventudes Tradicionalistas), Enrique Valcarce y su mujer Susana Iglesias; el granadino Raúl Bolívar; el salmantino Guillermo Pérez Galicia, presidente de la AET; Javier López Ureña; Jaime Vives; Víctor Iribarren; Nicolás Martín Bayliss; Carlos Ayuso; Francisco Benito y su mujer Pepa Fernández de la Cigoña; Coro Hernando de Larramendi; el fotógrafo Tomás de la Cal; Juan López de Arce; Juan Ignacio González; Rafael Fernández de Clerck Elizalde; Noelia Morón. Merece especial agradecimiento de la organización Dolores Sánchez, secretaria técnica de la Fundación Francisco Elías de Tejada.
La web Audio Cristiandad está subiendo las grabaciones en audio de las ponencias de este congreso, en formato MP3.

03 noviembre 2006

Brillante celebración de la cena de Cristo Rey 2006


Madrid, 28 octubre 2006. [FARO] En la tarde del sábado, el eurodiputado de la Liga de Familias Polacas y eminente genetista Maciej Marian Giertych se reunió con miembros de la Secretaría Política de la Comunión Tradicionalista.
Posteriormente, el profesor Giertych y sus acompañantes se dirigieron al Hotel Tryp Atocha, donde se celebraba la anual cena de Cristo Rey.
El salón de la cena se encontraba completamente lleno; hubo que instalar nuevas mesas para atender a los comensales que iban llegando, lo que retrasó unos instantes el comienzo. A los postres llegaron más asistentes para oir los discursos.
Cuando entró Maciej Giertych, acompañado de miembros de la Secretaría Política, el público puesto en pie le aplaudió por espacio de casi cinco minutos, dando vivas a Polonia.
Bendijo la mesa el Padre Carlos Mestre, de la Hermandad de San Pío X. De la misma congregación estaba presente el Padre Juan María de Montagut, y del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote estaba el Padre Raúl Olazábal.
En nombre del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, el profesor Juan Cayón (vocal de su junta directiva) presentó el acto y dio cuenta de las adhesiones, entre ellas las de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, la del requeté del Tercio Oriamendi José Álvarez Limia (a quien una pequeña lesión retuvo en Orense, impidiéndole asistir a la cena como era su deseo), y la de Santiago Miláns del Bosch. Se refirió también a la presencia en la mesa presidencial de Cruz Baleztena, de esa gran familia carlista navarra que permaneció fiel a Don Javier de Borbón, y de su esposa; y en otra mesa, el historiador carlista, propagandista católico y recuperador de la cena de Cristo Rey en la década de mil novecientos sesenta, Manuel de Santa Cruz, comendador de la Orden de la Legitimidad Proscrita.
La prevista videoconferencia con la Universidad Autónoma de Guadalajara se vio dificultada por una momentánea caída de la conexión a Internet del hotel, tras la cual no se pudo recuperar la imagen. No obstante sí se pudo escuchar las voces de Miguel Navarro Castellanos, del Padre Alfredo Sáenz y de Miguel Ayuso, quien para explicar el sentido hondamente político de la fiesta de Cristo Rey glosó la última carta de Don Sixto Enrique al Papa, con motivo de la visita a España de éste.
El profesor Cayón presentó a los intervinientes en Madrid, José Antonio Ullate, José Miguel Gambra y el propio invitado de honor, Maciej Giertych. De éste recordó su azarosa biografía, desde la lucha de su padre (vástago y continuador de una familia notable; a manera de ejemplo, otro de sus hijos, el Padre Wojciech Giertych O.P., hermano de Maciej, acaba de ser nombrado Teólogo de la Casa Pontificia; el hijo del profesor Maciej, Roman Giertych, es actualmente viceprimer ministro y ministro de educación del Gobierno polaco) contra nazis y soviéticos, el exilio, su ilustre y valiente trayectoria académica y política.
Maciej Giertych dirigió unas palabras a los presentes de ambos lados del océano, que fueron traducidas por Luis Infante. Habló de cómo fueron al este Polonia, en 1920, y al oeste España, en 1936, las naciones que impidieron al Comunismo apoderarse de occidente. Se refirió a la presencia de su padre, Jêdrzej Giertych, como corresponsal en España durante la Cruzada de Liberación, y al libro en que posteriormente reunió sus reportajes, Hiszpania bohaterska, "España heroica". Jêdrzej Giertych distinguía muy bien entre la Falange y los carlistas, los requetés, y sus simpatías estaban con éstos últimos. Simpatías con las que se identifica su hijo, quien además explicó cómo la obra del ex miembro escocés de las Brigadas Internacionales Hamish Fraser, con su relato del laberinto totalitario que era esa unidad del Ejército rojo en España por causa de su dependencia comunista, le había recordado la dictadura comunista que él conoció en Polonia. Animó a los presentes a esforzarse y trabajar unidos por la reconquista católica del continente. Su breve intervención, de gran emotividad, fue respondida por los presentes puestos en pie, con nuevos y entusiastas aplausos.
El periodista y escritor José Antonio Ullate (quien junto con su mujer Coro Marín, presente en la cena, fue felicitado por su próxima paternidad) recordó en su intervención nuestros deberes para con Cristo Rey, sociales, políticos y litúrgicos, pero también personales. Exhortó a vivir y trabajar con disciplina casi militar, y al examen de conciencia y preparación interior para la celebración de tan gozosa festividad.
José Antonio Ullate se desplazó a Pamplona al día siguiente, para la celebración en la capital navarra del domingo de Cristo Rey.
El profesor José Miguel Gambra, presidente del Círculo Antonio Molle Lazo, desarrolló en su intervención, con claridad docente y fina ironía, el significado propiamente político de la realeza de Nuestro Señor Jesucristo, tal como la explicó el Papa Pío XI en su encíclica Quas Primas; y lo opuso al sentido exclusivamente espiritual --no falso, pero sí excluyente de otros aspectos igualmente verdaderos y más incómodos-- que la actual jerarquía eclesiástica suele darle. Recordó que ese ideal del reinado social de Cristo es como la estrella polar que debe guiar toda nuestra actuación política, ideal al que debemos orientar todas nuestras aspiraciones.
Se terminó con el canto del Oriamendi y los vivas a Cristo Rey, al Rey legítimo, a España y a Polonia, en un ambiente de gran entusiasmo. Muchos de los presentes quisieron saludar al profesor Maciej Giertych y entregarle obsequios.
Entre el casi centenar de asistentes a la cena, además de los citados y de los carlistas de Madrid, los había de Galicia, Asturias, Navarra, Cataluña, Toledo, Sevilla, Murcia, Colombia, Francia, etc.

01 febrero 2005

Multitudinario acto de la Comunión Tradicionalista contra la Constitución Europea

Madrid, 29 enero 2005. Ha tenido lugar una jornada histórica de la Comunión Tradicionalista, que vuelve a irrumpir en la vida pública, haciendo un llamamiento al pueblo español para la movilización contra la Constitución Europea. En presencia de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón el salón del Hotel Colón se quedó pequeño para congregar a los asistentes al acto central de la campaña por el NO, muchos de los cuales tuvieron que escuchar el acto de pie. En las semanas anteriores se distribuyeron más de diez mil trípticos con las razones del NO y se pegaron tres mil adhesivos y dos mil carteles. La convocatoria se anunció en diversos medios de información, que también se hicieron eco del desarrollo del mismo, destacando la mención en el telediario nocturno de la cadena de televisión Antena 3.

El auditorio del Hotel Colón, preparado para el acto

Don Sixto Enrique de Borbón llegó a Madrid en la tarde del viernes 28, recibido por Miguel Ayuso y José Arturo Márquez de Prado y por una escolta formada principalmente por miembros del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo. A continuación y hasta el acto del día siguiente tuvieron lugar recepciones y entrevistas con diversas personalidades, así como con los delegados de la Comunión.


El acto del sábado por la tarde dio comienzo con los sones de la Marcha Real a la entrada del Abanderado de la Tradición, escuchada por el público puesto en pie, ante los varios medios y agencias de prensa acreditados.


La margarita castellana Carmen García Arredondo hizo la introducción del acto, señalando cómo la Comunión Tradicionalista, los carlistas, es la resistencia de España frente a la imposición foránea liberal, y cómo se traza una línea de continuidad en la lucha desde los tiempos de las Españas aúreas, bajo el mando de la Monarquía católica y federativa, y las guerras de los españoles contra el liberalismo, que dan comienzo en la “Guerra Gran” y se acogen bajo la bandera legitimista tras la usurpación dinástica del trono de España. Contencioso éste, político y dinástico, aún vivo. En este contexto se inscribe nuestra radical oposición al europeísmo por todo lo que tiene de vehículo de imposición del liberalismo.


Lorena Serrano Prego, de las Juventudes Tradicionalistas del Reino de Galicia, hizo de presentadora de los oradores.

El primero en tomar la palabra fue el delegado de la Comunión Tradicionalista en la Nueva España, Méjico, Miguel Navarro Castellanos, abogado y profesor de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Fue el suyo un discurso vibrante, una auténtica arenga religiosa y patriótica y un canto a la Hispanidad de Ultramar, acompañado de una apología de la lucha de los cristeros contra el liberalismo, lucha con idéntica razón a la del Carlismo. Afirmó que no es lícita ni legitima una constitución que ignora a la religión y que avanza en la destrucción de las patrias, especialmente de las Españas, pues tanto la letra como el espíritu de la misma se basan en el abundamiento de las medidas que han dado lugar a la ruina espiritual de nuestros pueblos.

Después el historiador peruano Martín Santibáñez se refirió, en la línea trazada por el anterior conferenciante, a la vigencia de la Hispanidad de Ultramar pese a la mendacidad de la leyenda negra y la manipulación de los medios de comunicación, que pretenden transmitir una falsa visión de un indigenismo anecdótico y minoritario. Recordó las gestas y la resistencia de los peruanos en su fidelidad a la Corona española frente al proceso masónico de independencia. Y con ello concluyó haciendo una llamada a la restauración de la vocación ultramarina de las Españas frente a las tentativas de “construcción europea” basada en la coexistencia laica de pareceres, la postergación del papel político y económico de España y la persecución de la religión católica.

El profesor de la Universidad de Lisboa y destacado dirigente miguelista Antonio Noronha y Lorena señaló las carencias y debilidades técnicas y políticas del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, destacando la violación del principio de subsidiariedad que aparece en una versión desnaturalizada y administrativizada, el falso federalismo funcional que en realidad esconde un centralismo en manos de la Comisión europea, y la censura sistemática que desde diversas instituciones de la Unión se hace contra cualquier iniciativa de influencia católica.

Francesco Maurizio Di Giovine, historiador y alma del tradicionalismo napolitano, desarrolló una intervención cargada de emotividad señalando en su inicio las razones por las cuales los napolitanos participan de nuestra misma lucha: porque pertenecemos a la misma Hispanidad y porque defendemos ambos la doctrina política tradicionalista. Sus recuerdos "al último Rey de España, Don Javier I", quien le nombró requeté honorario, y al profesor Francisco Elías de Tejada, de quien dijo que había sido el mejor historiador de Napóles, levantaron grandes aplausos. Aplausos que continuaron al afirmar tajantemente que como correligionarios participarán junto a nosotros en la oposición a esta constitución "atea, masónica y roja".


El profesor Miguel Ayuso centró su intervención en las razones de la oposición al europeísmo, cuyo último episodio se da en la Constitución Europea, y en el papel que en esta lucha ha de jugar la Comunión Tradicionalista. A pesar de que el tema no se agota en sólo tres puntos, destacó en primer lugar que el avance de la organizaciones supranacionales supone además de la voladura de las patrias la de los Estados, que a pesar de su génesis antitradicional custodian mejor la policitidad humana que los entes mundialistas. Cuestionó la oposición "oficial" de indudable matriz democristiana que muchos católicos han esgrimido contra la Constitución Europea, señalando que se ha hablado mucho de meras cuestiones nominales en torno al tema de las "raíces cristianas" (cuando paradójicamente ni eso se defendió por muchos de esos católicos en torno a la Constitución española de 1978) en lugar de exigir la tradicional res publica christiana frente al constitucionalismo. Además se ha hablado poco del fondo de la cuestión y del articulado de la constitución, que acogiéndose a la laicidad y el laicismo (que no son sino dos versiones de una misma ideología) están inscritos igualmente en el corazón de la "construcción europea". Por último señalo el déficit de la participación que supone la tecnocracia de las instituciones europeas, haciendo que el poder, su ejercicio y su control sea cada vez más oculto. Respecto al papel de la Comunión Tradicionalista señaló que en nuestra integridad doctrinal reside nuestra mayor fuerza y oposición frente a los embates perversos de la construcción europea.


S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón tomó la palabra señalando su esperanza en el resurgir del Carlismo y admitiendo la necesidad de las alianzas geopolíticas resaltó que la UE no se configura así, sino como un gran mercado a las órdenes de la finanza internacional, que desconoce las tradiciones y las culturas, señalando el contrasentido que supone promover la entrada de Turquía con carácter prioritario al tiempo que se ignora a Rusia.


Tras la intervención del Regente se entonó el Oriamendi, y el Duque de Aranjuez tuvo la oportunidad de saludar al público entusiasta.

Entre ese público, mayoritariamente joven y atraído por la propaganda realizada contra la Constitución Europea había destacadas personalidades como Manuel de Santa Cruz; Javier Urcelay con su padre el Almirante Urcelay; el Coronel Carlos de Meer; el ex-ministro Pedro González Bueno; el editor Luis Valiente con su esposa la profesora Consuelo Martínez-Sicluna; Cruz María Baleztena; Andrés y José Miguel Gambra con sus familias; el jefe nacional de las Juventudes Tradicionalistas Víctor Ibáñez; Javier de Lizarza; Alfonso Triviño; el napolitano Enzo Expósito; Luis L., presidente del Círculo Molle Lazo, con su esposa; el historiador José Antonio Gallego; Pilar Badiola; Jaime Vives; José Luis Dohijo; José Díaz Nieva; María del Carmen Palomares; Fernando Ruiz Ortiz; el Padre Juan María de Montagut; el capellán castrense don Eduardo Montes; el director de la revista L'Esclat Arnau Jara; el dirigente de la asociación juvenil Batzegada David de L'Horta; Juan Rubio; Juan Ignacio López de Arce; Javier Sáenz del Castillo; Octavio Sánchez; Javier Tarín; Ignasi Mora; Ferrán García Vila; José Enrique Moreno; numerosos miembros de las familias Brustenga y Rizo; otros dirigentes de la Comunión Tradicionalista de los Reinos de Toledo, Sevilla, Galicia, Castilla, del Principado de Cataluña, del Señorío de Vizcaya, de las Islas Canarias...


Tras el acto tuvo lugar una breve junta nacional de la Comunión Tradicionalista, en el Centro Riojano. En el mismo lugar se celebró después una cena en honor de Don Sixto Enrique de Borbón, que dejó pequeños los salones para acoger a todos los carlistas que quisieron estar presentes. A los postres Miguel Ayuso pronunció un brindis por Don Sixto, por la Patria (la Hispanidad) y por la buena compañía, que es la trasposición del brindis en napolitano que hacen nuestros correligionarios del Regno en el encuentro anual de Civitella del Tronto, el Montejurra napolitano. Después el Regente dirigió unas palabras a los presentes destacando la importancia de nuestra lucha y oposición, y su esperanza y deseo en que nuestra Comunión Tradicionalista siga creciendo. Aún hubo tiempo de hacer entrega al Señor de diversos obsequios por los presentes, destacando una talla del Cristo de la Buena Muerte que un joven oficial le entregó, y una metopa del Tercio Gran Capitán, Primero de la Legión; evocando Don Sixto el profundo orgullo que siempre le acompaña por haber jurado fidelidad a España en el mismo.

En la mañana del domingo Don Sixto Enrique de Borbón partió con su séquito hacia Hispanoamérica, donde le esperan dos semanas de intensa actividad tradicionalista en las Españas de Ultramar.

Los carlistas siguen, mientras tanto, en campaña contra la Constitución Europea, por el NO en el referéndum del próximo 20 de febrero.

08 noviembre 2004

Intervención del Presidente del Círculo en la Cena de Cristo Rey

A continuación transcribimos la intervención de Luis L. en la Cena de Cristo Rey:
"Mi exposición quiere ser breve, lo suficiente para presentaros el círculo y sus actividades y a los ponentes que hoy nos acompañan. Quizá sea yo el menos apropiado para hacer una presentación del Círculo existiendo como hay entre los presentes voces muchos más autorizadas que la mía para hablar de lo que ha sido la recuperación del Círculo, que ya existió hace unos años, y de las vicisitudes que ha atravesado hasta su pleno reconocimiento por la administración pública.

Bien, para encontar los origenes del Círculo en esta nueva etapa tenemos que remontarnos al primer trimestre del 2003. En ese momento un grupo de tradicionalistas madrileños sentimos la necesidad de reorganizarnos y de empezar a dar una respuesta a los problemas actuales de nuestra patria. Sentimos el deseo de tener una actividad más intensa y sumarnos a las inicitativas que en otras sedes, ya han tenido éxito, como son, la Santa Causa o la Agencia de Noticias Faro. Así pues, finalmente el pasado 8 de mayo se constituyó el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo como organización local del tradicionalismo y plenamente integrado en la Comunión Tradicionalista.

Sin embargo, ni siquiera en la forma de asociación cultural ha pasado desapercibido nuestra organización para las autoridades, que han tratado de poner trabas a nuestro legalización. Finalmente, la propia administración ha reconocido lo infundado de su pretensión formulada fuera del plazo legal para hacerlo y ha acabado por reconocer nuestra absoluta legalidad con fecha de 7 de octubre pasado. Día, como saben, de la Victoria de Lepanto y de Nuestra Señora del Rosario que por su directa intervención en la victoria se ganó el título de "Auxilio de los Cristianos".

En cuanto al nombre del Círculo se ha escogido el del martir de la guerra de liberación el jerezano Antonio Molle Lazo y ello a pesar de que a Dios gracias no faltaban nombres de ilustres tradicionalistas que hubieran honrado prestando su nombre a esta asociación, algunos de ellos de reciente perdida. Sin embargo, fue la vida y sobretodo la martirial muerte de Antonio Molle Lazo -actualmente en proceso de beatificación-, la que nos decidió definitivamente a ponernos bajo su protección y a señalarlo como referente de nuestra acción, pues quien mejor que él, que vivió la aprobación oficial por el Papa Pio XI de la festividad de Cristo Rey y que murió asesinado respondiendo con Vivas a Cristo Rey y a España.

En cuanto a los fines y objetivos que persigue el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, éste nace con una doble vocación si se me permite. Por un lado, como organización local integrada en la Comunión Tradicionalista y al servicio por tanto de la Causa de Dios, Patria, Fueros y Rey y de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto de Borbón de Parma como abanderado de la tradición y autoridad legítima. Pero el Círculo además, quiere ser también un centro de difusión de la Doctrina Tradicionalista y de la Doctrina Social de la Iglesia y un lugar de encuentro de católicos militantes y de recta intención, mediante la promoción de actividades que sin ser estrictamente carlistas, si combatan con espíritu firme las consecuencias antinaturales de un Sistema corrompido.

Ello es el resultado de una reflexión personal de los promotores de que el tradicionalismo se enfrenta a un fenómeno social nuevo que es el de la completa secularización de la sociedad española que vive en un ateismo práctico y donde no existe terreno propicio para que una propaganda exclusivamente política pueda obtener los frutos deseados. La mayoría de quienes componemos actualmente el Círculo y los allegados -a quienes pronto integraremos- procedemos de ambientes poco o nada tradicionalistas. Han sido otras personas que llegaron antes que nosotros las que nos han abierto su mente y nos han cedido su tiempo y los que nos han aproximado a las posturas tradicionalistas. Es por ello, que nos planteamos la acción política como una acción principalmente formativa mediante actividades que den a conocer a la masa católica española la doctrina tradicionalista.

Y ello, en un momento dramático para la historia de España. En el plano social, los gobiernos del PP y del PSOE han conducido a la mayor ruindad moral de España de toda su historia. 80.000 seres humanos mueren todos los años en el seno de sus madres, convirtíendo lo que debiera ser el templo del amor de una madre por su hijo, en el cadalso de su muerte. Además la pildora abortiva auspiciada por el PP aumenta hasta lo desconocido a las víctimas de este crimen. El PSOE y algunos destacados miembros del PP amenazan ahora con dispensar de manera gratuita la funesta píldora y, lo hacen, engañando sobre sus verdaderas dimensiones abortivas.El pasado viernes muchos de los que estábamos aquí, nos manifestábamos junto a la sede del partido gobernante que incluso amenaza con ampliar los supuestos quirúrjuicos, convirtiéndose España en poco tiempo si Dios no lo remedia, en un paraiso legal para las prácticas abortivas. Y lo hacíamos de manera aconfesional y apolítica, prescindiendo del don más grande que Dios nos ha dado, el de la Fe.

La legalización de las uniones contra natura y la posibilidad de que adopten niños es otra medida que este gobierno progresista nos quiere malmeter a los españoles. Nuestros obispos que en muchos casos se limitaban a negar la equiparación con el Matrimonio, se olvidan de que aun incluso llamándose de otra manera son contrarios al orden natural y no pueden ser legalizados ni favorecidos de forma alguna.

La amenaza de suprimir la financiación de la iglesia por parte del Estado en claro incumplimiento de los compromisos asumidos por la desamortización es un acto más de hipocresía y falsificación, ya que el Estado es incapaz de asumir toda la labor social que realiza no solo la Iglesia sino las organizaciones promovidas por la Iglesia para paliar el sufrimiento y la pobreza y reconfortar espiritualmente en las dificultades. No obstante, la financiación del Estado aunque de justicia, actua en la práctica como atadura y armazón de la Iglesia que suaviza sus denuncias por el temor que sus palabras puedan suponer una retirada de la ayuda.

Por otro lado, el aviso de referendum de aprobación de la Constitución Europea, ha despertado un debate sobre las raices cristianas de la misma, en donde muchos católicos han pedido el reconocimiento creo que equivocadamente en el preámbulo, de esta mención. Digo que creo que equivocadamente, porque esa mención meramente nominal no supondría ni mucho menos un referente a la Ley Natural ni mucho aún un reconocimiento a su soberanía, sino más bien una utilización insultante del cristianismo y del nombre de Cristo para políticas contrarias precisamente a la moral y doctrina social cristiana. De haberse aprobado esta mención, muchos católicos habrían aprobado esta constitución en el referendum en señal de gratitud. Esperamos que en coherencia se opongan a la citada constitución europea y a la española donde aún resulta más sangrante esa omisión, pues fue la Fe católica la que fraguó su unidad política, ininterrumpida salvo contadísimas excepciones hasta el año de aprobación de esa constitución.

En los últimos meses, observamos como la sociedad católica e incluso la propia jerarquía comienzan a reaccionar frente los achaques virulentos del gobierno socialistas y empiezan a protestar frente las consecuencias antinaturales de un sistema político que no puede ser conforme con ese derecho natural. Sin embargo, creemos que si bien nos alegran esas reacciones de la masa católica, el fin último que perseguimos es el del Reinado Social de Cristo y, en consecuencia, el de la confesionalidad católica del Estado, un bien que la Iglesia sigue deseando auque algunos obispos silencien o nieguen esta verdad perenne tanto por exigencia de la Fe y deber de todas las naciones como por ser propio al ser de España. En este sentido, no contemplamos la renuncia política a este fin ni tan siquiera por motivos estratégicos, porque como demuestra la historia en la política terreno cedido terreno perdido.

Ello no es óbice para que el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo proteste ante las políticas actuales que conducen a España sin remedio hacia su desaparición. Sin embargo creemos que no solo hay que hacer una política de trinchera o de retaguardia, el tradicionalismo lleva muchos años en el frente y mucha sangre derramada en defensa de sus principios como para nuevos cantos de sirena del posibilismo, nos conduzcan a una renuncia políticia del confesionalismo, verdadero pilar de nuestro credo. No solo queremos católicos políticos sino también una política católica que como manda el catecismos ilumine las instituciones y todas las realidades temporales. Sin embargo, tampoco esta actitud debe llevarnos al inmovilismo y menos aún a despreciar a personas honestas de recta intención que sacrifican generosamente su vida en defensa de una doctrina moral y social católica y ello aunque no aciertan a disparar a las causas de esas consecuencias. Nuestros objetivos no son los de dificultar las legítimas protestas que pueden surgir en modo de partidos o asociaciones e incluso, cuando sea preciso, contarán con nuestro apoyo siempre que ello no comprometa a la Causa a la que pertenecemos y que no perdemos la esperanza de que finalmente triunfe, porque la desesperanza es el paso para la tibieza.

Entre las actividades que el círculo pretende llevar a cabo y antes de dar paso a nuestros invitados, queremos realizar tertulias y debates periódicos (mensuales o bimensuales) con una temática variadas: aspectos de actualidad, doctrinales, históricos, etc. El Círculo Antonio Molle Lazo comienza su actividad recuperando las Cenas de Cristo Rey, porque es en la firme creencia de la soberanía de Nuestro Señor lo que es causa y fin de nuestra acción. Confiamos en que esta tradición particular que hoy recupera el Círculo Cultural Antonio Mollle Lazo, sea el precedente de la recuperación para España de la Tradición con mayúsculas.

Finalmente, quiero terminar mi breve exposición presentándoles a los dos oradores que hablarán hoy en esta recuperación de la Cena de Cristo Rey. Dos oradores que no necesitan presentación, dos gigantes del tradicionalismo que nos honran hoy con su presencia entre nosotros.

Manuel de Santa Cruz, carlista de dilatada trayectoria, es un historiador y publicista fecundo. Es autor, de una parte, de los "Apuntes y documentos para la historia del tradicionalismo español (1939-1966)", en 28 tomos, alguno con varios volúmenes. Por otro lado ha escrito varios miles de artículos breves y combativos en revistas de toda clase, entre las que destacan "Qué pasa", en los sesenta y setenta, y "Siempre p´alante" de los ochenta hasta el presente. Presidente de la Junta Nacional para la Reconquista de la Unidad Católica fue el impulsor durante muchos años de las cenas de Cristo Rey.

Por otro lado, Miguel Ayuso es profesor de Universidad y autor de una docena de libros y varios centenares de artículos, en revistas españolas, europeas y americanas. Singularmente en "Verbo", cuya redacción dirige desde 1990. Es también el Secretario del Patronato de la Fundación Francisco Elías de Tejada y, tras el fallecimiento del inolvidable profesor Rafael Gambra, es el Secretario Político de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón. En los años ochenta tomó el relevo a Manuel de Santa Cruz en la organización de las cenas de Cristo Rey.
Hoy, pues, nadie mejor que ambos, por lo que representan para el tradicionalismo en general y para el carlismo en particular, pero también por su consagración a la causa de la unidad católica de España y a la celebración de la festividad de Cristo Rey, para hablar en esta ocasión en que el Círculo Antonio Molle recupera esta tradición."