Mostrando entradas con la etiqueta Carlos VII. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carlos VII. Mostrar todas las entradas

22 febrero 2014

Mártires de la Tradición 2014 en Madrid: El Pardo, 8 de marzo

El Pardo (Madrid)
Sábado 8 de marzo de 2014

12:00
Santa Misa
por los Mártires de la Tradición
Iglesia del Cristo del Pardo, PP. Capuchinos
Carretera del Cristo del Pardo, 11

13:30
Comida de hermandad
y acto político
Restaurante El Faro
(Ctra. El Pardo-Fuencarral, Km. 1, El Pardo, Madrid)
Para asistir a la comida se ha de hacer reserva de plazas antes del día 3 de marzo: por teléfono al 622796664 ó por correo electrónico.
Cubierto: 35 € (estudiantes: 30 €).

Transporte cada catorce minutos aproximadamente: línea 601 de autobús interurbano desde el intercambiador de Moncloa (trece minutos hasta El Pardo).


Los actos principales por la fiesta de los Mártires de la Tradición (diez de marzo) se adelantan este año al sábado 8 de marzo, en El Pardo (Madrid).

S.M.C. Don Carlos VII, al instituir en 1895 la fiesta de los Mártires de la Tradición recomendó «procurar sufragios a las almas de los que nos han precedido en esta lucha secular, y honrar su memoria de todas las maneras imaginables, para que sirvan de estímulo y ejemplo de los jóvenes y mantengan vivo en ellos el fuego sagrado del amor a Dios, a la Patria y al Rey». Atenta a esas indicaciones, la Comunión Tradicionalista invita a asistir a los siguientes actos que se celebrarán, D.m., el próximo sábado 8 de marzo de 2014, en vísperas de la mencionada festividad:
  • Santa Misa por los Mártires de la Tradición que se celebrará el sábado 8 de marzo, a las 12:00, en la Iglesia del Cristo del Pardo (Ctra. del Cristo del Pardo, s/n, El Pardo, Madrid).
  • Comida de hermandad a las 13:30 en el Restaurante El Faro (Ctra. El Pardo-Fuencarral, Km. 1, El Pardo, Madrid).
Para asistir a la comida se ha de hacer la reserva de plazas antes del día 3 de marzo, bien en el teléfono 622796664, bien por correo electrónico.

Cubierto: 35 € (estudiantes: 30 €).

En breve daremos más información sobre estos actos.

No es mártir, en sentido estricto, sino el que con la muerte da testimonio de su fe cristiana. Con razón llamamos mártir a aquel requeté anónimo que, herido de muerte en Navafría, aún tenía corazón para susurrar: «muero contento por dar la vida por la Religión y por España y tranquilo por haber comulgado esta mañana», y a tantos otros, de cuya suerte nada sabemos, pero que, al partir hacia el frente, se les vio tranquilizar a sus mujeres con palabras como éstas: «No te preocupes por nuestros hijos, que si muero como mártir, Dios velará por ellos». Y ¿cómo no hacer partícipe del mismo galardón a la madre que, ante el cadáver de su hijo muerto en el tercio, tuvo la entereza de decir: «y todos los hijos te daré, Dios mío, si es preciso». Son hechos históricos. (Manuel de Santa Cruz, Apuntes y Documentos para la Historia del Tradicionalismo Español 1936-1966, t. 10, 211-213). Unos fueron mártires en sentido estricto, como Antonio Molle Lazo, otros por extensión analógica de la palabra, pero todos ellos manifiestaron con sus obras que ponían la fe en bienes espirituales por encima de las materiales, como los que sufrieron —y siguen sufriendo hoy— destierros, persecuciones o despojo de sus bienes. Y cualquier trabajo o padecimiento, por alejado que esté del martirio estricto, lo será en cierta medida o estará en su antesala, si cumple la condición de manifestar con obras la fe en bienes invisibles con desprecio de los visibles. Condición que no se da —no lo olvidemos— cuando, al despreciar los bienes mundanos, se buscan otros que no lo son menos, como honores, prestigios, notoriedades y caudillajes; cuando se dice mucho y se obra poco; cuando, sin más, se da salida al enfado del momento o se busca dar infantil prueba de la propia hombría.


24 febrero 2013

Mártires de la Tradición 2013


El Pardo (Madrid)

Sábado 9 de marzo de 2013

11:30
Santa Misa
por los Mártires de la Tradición
Iglesia del Cristo del Pardo, PP. Capuchinos
Pista Cristo del Pardo, 11

13:30
Comida de hermandad
y acto político
Restaurante El Faro
(Ctra. El Pardo-Fuencarral, Km. 1, El Pardo, Madrid)
Para asistir a la comida se ha de hacer reserva de plazas: por teléfono al 622796664 ó por correo electrónico.
Cubierto: 35 € (estudiantes: 25 €).

Transporte cada dieciséis minutos: línea 601 de autobús interurbano desde el intercambiador de Moncloa, isla 3, dársena 30 (trece minutos hasta El Pardo).

Convocatoria en Facebook: http://www.facebook.com/events/337009309734690/

S.M.C. Don Carlos VII, al instituir en 1895 la fiesta de los Mártires de la Tradición recomendó «procurar sufragios a las almas de los que nos han precedido en esta lucha secular, y honrar su memoria de todas las maneras imaginables, para que sirvan de estímulo y ejemplo de los jóvenes y mantengan vivo en ellos el fuego sagrado del amor a Dios, a la Patria y al Rey». Atenta a esas indicaciones, la Comunión Tradicionalista invita a asistir a los actos que, D.m., se celebrarán en Madrid el sábado 9 de marzo, víspera de la mencionada festividad.
Se ruega boina roja.


Oración de Francisco Elías de Tejada
para el día de los Mártires de la Tradición

Jesucristo, Hijo del Dios de las Españas:

En esta hora de angustias de las Españas rotas y vencidas venimos a tus plantas a rogarte, Rey de Reyes, la gracia de la firmeza en la huella de los senderos que pisaron los muertos nuestros sin ceder, de los que cumplieron en el anonimato de la historia grande que está escrita en el libro de los cielos con el deber de confesarte siempre con la espada y con la pluma, de los que acertaron en la gesta y en el martirio para perennizar la Cristiandad tuya por todos los senderos de la tierra.

Venimos a tus plantas a pedirte la gracia de seguir siendo católicos a la española usanza, intransigentes hasta el fanatismo, violentos hasta la heroicidad, caritativos hasta la comprensión, fieles a tu Nombre divino en la alegría como en la tristeza.

Venimos a implorarte la gracia de la fe que mueve las montañas de la vida, el calor de la esperanza de que las Españas harán carne palpitante de historia la realidad de tu reino, el ardor de la caridad que abraza a los pecadores arrepentidos porque en el inmenso odio al pecado no quede ocasión para abominar de quienes lo cometieron.

Venimos a suplicarte no nos dejes caer en la tentación de vender la ambición sagrada de las Españas tuyas, Cristiandad política, por el plato mezquino de las lentejas de las ambiciones personales; que no nos dejes marcharnos con el oportunismo que encubre la cobardía del desaliento, ni nos permitas comulgar por equívocos con el pan negro de la traición de los abrazos de Vergara.

Escúchame, Señor, porque somos tus soldados y hoy te veneramos en la memoria sagrada de quienes nos precedieron siendo instrumentos tuyos en los afanes de tu gloria.

Regálanos, Señor, la certeza de que algún día, los que otros «10 de Marzo» vengan a rezar, como hoy rezamos, no tengan que avergonzarse de nosotros.

Danos, Señor, el consuelo de que el día que las Españas tornen a edificar la Cristiandad política sobre la roca viva de tu Nombre, aquellos que merezcan contemplar las Españas redivivas reciten esta plegaria sabiendo que vivimos y moriremos en la memoria de los que hoy están en tu Reino de los cielos guardianes de la ilusión que no hemos tenido la dicha de mirar con nuestros ojos de la carne.

Por Dios, Padre tuyo; por la Patria de las Españas, brazo tuyo; por los Fueros, verdad social tuya, y por el Rey, primer servidor tuyo, vuelve a nos tus ojos, Jesucristo, Hijo del Dios de las Españas.

(Manuel de Santa Cruz,
Apuntes y Documentos para la historia del Tradicionalismo Español 1936-1966)


03 marzo 2012

Madrid, 10 de marzo. Mártires de la Tradición



Sábado 10 de marzo de 2012
20:00

Santa Misa por los
Mártires de la Tradición


Capilla Santiago Apóstol
C/. Catalina Suárez, 16
(junto al nº 85 de la Avda. Ciudad de Barcelona)
Metro Pacífico, salida Dr. Esquerdo, impares.
Bus 8, 10, 24, 37, 54, 56, 57, 136, 140 y 141.
Madrid

Como sabéis, esa festividad fue establecida por S.M.C. Don Carlos VII en 1895 y, desde entonces, ha sido puntualmente celebrada por los carlistas, año tras año. Nada mejor que las palabras del propio Rey, para entender el sentido de esta celebración:

«¡Cuántos centenares de valerosos soldados he visto caer junto a mí, segados por las balas besando mi mano, como si en ella quisieran dejarme, en su último aliento, su último saludo a la Patria! (...)

Todos morían al grito de ¡Viva la Religión!, ¡viva España!, ¡viva el Rey!

Con la misma sagrada invocación en los labios ¡cuántos otros han entregado el alma a Dios, mártires incruentos en los hospitales, en la miseria; matados, aun más que por el hombre, por las humillaciones, y todo por no faltar a la fe jurada, por ser fieles al honor, por no doblar la rodilla ante la usurpación triunfante!

Nosotros, continuadores de su obra y herederos de las aspiraciones de todos ellos, tenemos el deber ineludible de honrar su memoria.

Con ese objeto propóngome que se instituya una fiesta nacional en honor de los mártires que, desde principio del s. XIX, han perecido a la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey, en los campos de batalla, en el destierro, en los calabozos y en los hospitales, y designo para celebrarla el día 10 de marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V. (...)

En ella debemos procurar sufragios a las almas de los que nos han precedido en esta lucha secular, y honrar su memoria de todas las maneras imaginables».

Esto decía Carlos VII al instituir la fiesta hace 115 años. Con cuánta mayor razón lo diría hoy, tras el inmenso sacrificio que hicieron los requetés durante la Cruzada del 36. Sacrificio que condujo a la victoria y salvó a España del peligro marxista, pero se renovó de manera cruenta con los carlistas muertos a manos del terrorismo.

En esta sociedad desértica de toda virtud, sentimos los carlistas la zozobra de una soledad sin oasis; nuestro espíritu decae y se tambalea en su aislamiento. Nada tan reconfortante como unirnos en la oración por aquellas masas de requetés y correligionarios que nos han precedido. Así recordaremos que, a pesar del transitorio abandono de quienes nos rodean en el espacio, estamos, a través del tiempo, enlazados con innumerables hombres de ejemplar virtud, cuyo esfuerzo nos ha transmitido la antorcha inmortal del carlismo. Nada más piadoso que rezar por el eterno descanso de sus almas y pedir la intercesión de todos los que estarán en la presencia del Padre, como, de seguro, lo está Antonio Molle Lazo.

Venid, pues, numerosos a orar por nuestros muertos. Porque vosotros, fieles a la fe jurada y dolientes por las humillaciones, serviréis de enlace con futuras generaciones de carlistas que, a su vez, os procurarán sufragios para vuestro eterno descanso.
(De la Circular de la Comunión Tradicionalista,
Madrid, 21 de febrero de 2011)

26 febrero 2011

Mártires de la Tradición 2011 en Madrid


Jueves 10 de marzo de 2011
20:30

Santa Misa por los
Mártires de la Tradición


Iglesia de San Manuel y San Benito
C/. Alcalá, 83
(esquina C/. Columela; Metro Retiro)


Como sabéis, esa festividad fue establecida por S.M.C. Don Carlos VII en 1895 y, desde entonces, ha sido puntualmente celebrada por los carlistas, año tras año. Nada mejor que las palabras del propio Rey, para entender el sentido de esta celebración:

«¡Cuántos centenares de valerosos soldados he visto caer junto a mí, segados por las balas besando mi mano, como si en ella quisieran dejarme, en su último aliento, su último saludo a la Patria! (...)

Todos morían al grito de ¡Viva la Religión!, ¡viva España!, ¡viva el Rey!

Con la misma sagrada invocación en los labios ¡cuántos otros han entregado el alma a Dios, mártires incruentos en los hospitales, en la miseria; matados, aun más que por el hombre, por las humillaciones, y todo por no faltar a la fe jurada, por ser fieles al honor, por no doblar la rodilla ante la usurpación triunfante!

Nosotros, continuadores de su obra y herederos de las aspiraciones de todos ellos, tenemos el deber ineludible de honrar su memoria.

Con ese objeto propóngome que se instituya una fiesta nacional en honor de los mártires que, desde principio del s. XIX, han perecido a la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey, en los campos de batalla, en el destierro, en los calabozos y en los hospitales, y designo para celebrarla el día 10 de marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V. (...)

En ella debemos procurar sufragios a las almas de los que nos han precedido en esta lucha secular, y honrar su memoria de todas las maneras imaginables».

Esto decía Carlos VII al instituir la fiesta hace 115 años. Con cuánta mayor razón lo diría hoy, tras el inmenso sacrificio que hicieron los requetés durante la Cruzada del 36. Sacrificio que condujo a la victoria y salvó a España del peligro marxista, pero se renovó de manera cruenta con los carlistas muertos a manos del terrorismo.

En esta sociedad desértica de toda virtud, sentimos los carlistas la zozobra de una soledad sin oasis; nuestro espíritu decae y se tambalea en su aislamiento. Nada tan reconfortante como unirnos en la oración por aquellas masas de requetés y correligionarios que nos han precedido. Así recordaremos que, a pesar del transitorio abandono de quienes nos rodean en el espacio, estamos, a través del tiempo, enlazados con innumerables hombres de ejemplar virtud, cuyo esfuerzo nos ha transmitido la antorcha inmortal del carlismo. Nada más piadoso que rezar por el eterno descanso de sus almas y pedir la intercesión de todos los que estarán en la presencia del Padre, como, de seguro, lo está Antonio Molle Lazo.

Venid, pues, numerosos a orar por nuestros muertos. Porque vosotros, fieles a la fe jurada y dolientes por las humillaciones, serviréis de enlace con futuras generaciones de carlistas que, a su vez, os procurarán sufragios para vuestro eterno descanso.
(De la Circular de la Comunión Tradicionalista,
Madrid, 21 de febrero de 2011)

ATENCIÓN:

25 julio 2009

Santiago y Trieste

Qué mejor día para insertar la crónica de los actos del centenario de Carlos VII en Trieste, que esta fiesta de Santiago el Mayor, Patrón de las Españas, a quien tanta devoción profesaba el Rey caballero, que impuso su nombre a su único varón y heredero, Don Jaime (a la derecha, en uniforme del Ejército imperial ruso).

Actos en Trieste en los que tuvo destacada presencia el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, con la presencia de su

presidente y su secretaria, así como de varios carlistas madrileños y castellanos.


Trieste, 18 julio 2009 [FARO]. Lo habíamos anunciado. La Comunión Tradicionalista no podía dejar de conmemorar dignamente el centenario de la muerte del Rey Carlos VII. Y, con la ayuda de Dios, así ha sido. Aunque la realidad ha mejorado las expectativas.

Más de cien personas en total han participado en los actos desarrollados en Trieste el pasado viernes 17 de julio, en presencia de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón. A su llegada a Bolonia, el Duque de Aranjuez fue recibido por el Delegado de la Comunión Tradicionalista en la Península italiana, doctor Maurizio Di Giovine, y por la profesora de la Universidad de Perusa Dianella Gambini. Tras varias paradas en el camino, al objeto de visitar distintos lugares, algunos ligados a la historia del Carlismo, llegaron a Trieste en la tarde de la víspera, festividad de la Virgen del Carmen, bajo cuya protección pusieron la organización. Ya en la espléndida ciudad adriática, puerto que fue del Imperio austro-húngaro, instalaron el cuartel general en el hotel tradicional situado en la hermosa plaza que se abre sobre el mar y cenaron con algunos de los carlistas españoles que empezaban a llegar desde distintos puntos de la Península Ibérica.

En la mañana del viernes, se desayunaron con la noticia dedicada a los actos por el periódico local Il Piccolo y diversas emisoras de radio. Después de una rápida visita de algunos de los muchos lugares de la ciudad cargados de recuerdos carlistas, miembros de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón trabajaron con el Regente en la conclusión de sendos documentos llamados a entrar en la historia del Carlismo. Almuerzo rápido y frugal en la típica «trattoria» del paseo marítimo «Alle bandierette», y primer encuentro en el Palazzo Gopcevich, uno de los más bellos de la ciudad, a orillas del canal que desemboca en el mar ya cercanísimo. Allí, en uno de los salones de que el Ayuntamiento de Trieste dispone para los actos de mayor relieve, bajo un sol de justicia en un día en verdad espléndido, empezaba a las 16 horas el congreso internacional «El Carlismo español y la Trieste de los Habsburgo». El concejal de cultura del Ayuntamiento, doctor Massimo Greco, dio la bienvenida a los presentes, mostrando su satisfacción por haber podido participar en la organización del congreso con el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y saludar a S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, sentado en primera fila rodeado de algunos de sus más cercanos colaboradores.


A continuación, la profesora Dianella Gambini, coordinadora de la sesión, en breve y rica exposición, presentó las claves del tema y los ponentes. Comenzó en castellano el historiador José Antonio Gallego, que centró la figura del Rey Carlos VII en la historia del Carlismo y resaltó cómo representa el momento de su madurez, entre la vivencia de los inicios y la teorización posterior. Siguió, a continuación, en lengua italiana, el historiador napolitano Francesco Maurizio Di Giovine, que ilustró las estrechas conexiones del Carlismo español con la Península italiana y en particular con Trieste, claro está, pero también con el Ducado de Módena y el Reino de Nápoles. Alterándose el orden inicialmente programado habló, en tercer lugar, el director científico del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, profesor Miguel Ayuso, quien alternando castellano e italiano trató de la misteriosa vigencia –en su aparente inactualidad– del tetralema «Dios-Patria-Fueros-Rey». Finalmente, el decano de la Facultad de Derecho de la cercana Universidad de Údine, profesor Danilo Castellano, tuvo una lección magistral en su italiano límpido sobre la conexión necesaria entre monarquía y legitimidad que ya había anticipado en su anuncio de comunicación al congreso de los 175 años del Carlismo, el mes de septiembre del pasado año.

Terminado el seminario cerca de las 18:15, una buena parte de los numerosos participantes, que se comenzaron a tocar con boinas rojas y blancas, se encaminaron a la Catedral de San Justo, donde esperaban otros amigos, y donde en la puerta se fueron formando numerosos y animados corrillos que mezclaban con frecuencia castellano e italiano. Cerca de las 19 horas fueron ocupando las sillas dispuestas al efecto mirando al altar de la capilla de San Carlos Borromeo, primera de la nave de la epístola, donde están enterrados los restos del Rey Carlos VII y de sus antecesores los Reyes Carlos V, Carlos VI y Juan III, la Princesa de Beira y otros miembros de la Familia Real española. El altar estaba adornado con el «paliotto», o revestimiento delantero, que lleva bordadas las armas de España y las iniciales del Rey Carlos VII y su mujer la Reina. Monseñor Ignacio Barreiro, capellán del Papa, y nuestro también, por qué no, salió igualmente revestido de antiguos ornamentos litúrgicos que llevaban las armas de España, contrastando con el negro fúnebre. Cuando sale, apenas ha ocupado su sitial en la presidencia S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, mientras que frente a él se sitúa el joven Miguel Gambra, que porta la bandera del Tercio del Rey, con restos de sangre, de nuestra Cruzada de Liberación, traída con cariño por Íñigo Pérez de Rada. Momento sin duda emocionante, pues Don Sixto Enrique presidía la Misa de aniversario del centenario por Don Carlos VII en el mismo lugar donde cien años antes su padre, que luego sería el Rey Don Javier, había ocupado también un puesto en la presidencia de los funerales. La diferencia, quizá, radicaba en que esta vez, a diferencia de aquélla, y no hay más que leer –quien quisiere– las páginas del Melchor Ferrer, Don Sixto Enrique se encontraba solo, sin otros príncipes reales. Aunque, eso sí, rodeado de leales. La liturgia, pese a alguna dificultad gracias a Dios al final solventada, se celebró en el rito inmemorial de la Iglesia codificado por San Pío V, y no faltó detalle, como el de los misales entregados a los asistentes con el común y el propio de la «Missa in anniversario defunctorum», «en sufragio de S.M.C. Don Carlos VII, Rey legítimo de las Españas». Monseñor Barreiro pronunció un hermoso sermón sobre el profundo sentido católico del Carlismo, con referencia al pensamiento político-religioso de Don Carlos VII. Al alzar rindió la bandera el alférez. Finalizada la Misa un coro gregoriano venido de Venecia y Bolonia, procurado por nuestros queridos amigos de «Una Voce», la doctora Alessandra Codivilla y el profesor Fabio Marino, respectivamente presidente de la asociación de Bolonia y coordinador de las asociaciones de las Venecias, ambos presentes en los actos. Tras despedirse del párroco, Monseñor Giorgio Carnelos, que saludó al Duque de Aranjuez, los presentes se congregaron en la puerta para cantar el Oriamendi.


En este Escorial legitimista en el exilio, se encuentran a disposición de los visitantes unos folletos, gentileza de la Fundación Ignacio Larramendi, que explican en tres idiomas (español, italiano e inglés) el significado de la capilla y los restos que allí reposan.

Desde San Justo, de nuevo hacia el paseo marítimo, al Club Náutico Adriaco, uno de los más característicos y relevantes de la ciudad, para la cena de clausura, con platos típicos de pescado y excelentes vinos locales. El presidente, Nicolò di Manzini, se hizo presente para saludar a todos y, en especial, al Abanderado, quien en la mesa presidencial sentó, entre otros, a la profesora Dianella Gambini, a Monseñor Ignacio Barreiro, al Marqués de Jaureguizar, a Luis Infante, a José de Armas y al profesor y conde Salvatore Olivari de la Moneda. Buena representación de academia, clero, nobleza y gobierno. En una segunda, con Maurizio Di Giovine y su encantadora esposa Anna, se sentaban –también entre otros– el doctor Giovanni Salemi y una representación de tradicionalistas meridionales, además del profesor milanés Giuseppe Manzoni di Chiosca y su hermana. En la tercera, junto al director del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, veíamos –por una parte– a José Antonio Gallego, Íñigo Pérez de Rada y Ana Enríquez, y –por otra– a las profesoras Marina Carrese y Mariolina Spadaro. Otro grupo, formado por Soledad Pérez de Sevilla, María del Carmen Palomares y Pilar Badiola, se juntaba en una cuarta mesa con la triestina Maria Novella Lopell y otras damas y caballeros de la región. La quinta mesa reunía a los miembros de las Juventudes Tradicionalistas (entre ellos Javier Martínez-Aedo, Miguel Gambra, Jorge de la Puente, Fernando Andina, Raúl Bolívar, etc.) con otros jóvenes italianos como Benedetta Di Giovine. En diversas mesas se veía también al secretario del CEH Felipe II, profesor Juan Cayón, a Estanislao García, a Eduardo Fernández-Pintado, al General De Bernardini, a Luigi De Rosa, etc. Cerraron la cena un brillante brindis de José de Armas y las palabras, intensas, agudas y penetrantes, de Don Sixto Enrique de Borbón.


Son muchas las asociaciones tradicionalistas que se quisieron hacer presentes: «Una Voce», por medio de los representantes antes mencionados y del excelente coro; Cooperativa Editorial Il Giglio, a través de la profesora Marina Carrese; Fraternità Cattolica, con su animador el profesor Giovanni Turco; Asociación Italia-Austria, con la doctora Lopell; Comité de los Congresos Tradicionalistas de Civitella del Tronto, a través de la adhesión de su presidente el profesor Paolo Caucci y de su alma Maurizio Di Giovine, de los que no es preciso decir nada más; Comité de los Congresos conmemorativos de la Batalla del Volturno, con el doctor Giovanni Salemi; L’Alfiere, de Nápoles, con la adhesión de su director, Edoardo Vitale; Instaurare Omnia in Christo, de Údine, con su director el admirable profesor Castellano; Lettera napolitana, también con la presencia de su director y querido amigo; The Roman Forum, por medio del profesor John Rao, quien quería asistir con una amplia compañía y que no llegaron a tiempo; Tradizione, de Milán, con su subdirector el profesor Manzoni; Centro Bibliográfico Charles Maurras, del que siempre recordamos con cariño a Enzo Esposito desde su presencia en el gran acto madrileño de la Comunión Tradicionalista contra la Constitución Europea; Centro Tradizione e Comunità, de Modugno, fundado por el que fue nuestro entrañable amigo Pino Tosca (s.g.h.), con la adhesión de Sara Carnicella; Confraternità di San Giacopo, delegación de Lombardía, con la presencia de su responsable, etc. Numerosísimas las adhesiones personales de amigos de Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Colombia, Méjico, Francia, Portugal y Polonia. Tantísimas españolas, que es mejor ni siquiera mencionar, para evitar agravios, de todo tipo. E italianas: además de las dichas, y de otras numerosas, que se nos disculpará ahorremos, las muy importantes del fiscal de Perusa Giuliano Mignini, el profesor florentino conde Giorgio Cucentrentoli di Monteloro, el mayor historiador del Gran Ducado de Toscana; así como la del marqués Benedetto Patrizzi y su mujer, sobrina de Carlo Francesco d’Agostino, el mayor azote –como es sabido– de la democracia cristiana italiana durante más de cuarenta años.

Al día siguiente, sábado 18 de julio, aniversario de la muerte de Carlos VII y del Alzamiento Nacional de 1936, se reunió en Capítulo la Orden de la Legitimidad Proscrita, donde S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, Gran Maestre, anunció que se había dignado crear caballeros de la misma a Monseñor Ignacio Barreiro, a los profesores José Miguel Gambra y Danilo Castellano, y a los señores don José de Armas, don José Antonio Gallego, don Luis García Gallardo y don Luis Infante.

Finalmente, acompañado por el jefe de su Secretaría Política, el Delegado en la Península italiana y la profesora Gambini, volvió hacia Bolonia, pasando antes por el Cataio, palacio fortificado cercano a Padua, propiedad que fue de los Duques de Módena, donde el Rey Don Alfonso Carlos vivió con su madre de niño y del que decía que era el lugar donde más feliz había sido. Tras una cena en la hermosa ciudad universitaria, con varios importantes tradicionalistas de la localidad, al día siguiente regresó a París, no sin antes ser despedido en el aeropuerto por el séquito que hasta entonces le había acompañado.

El mismo día 18 todavía llegaba a Trieste otro pequeño grupo de carlistas, que también visitaron el Cementerio de Santa Ana, el palacio de la vía del Lazzareto Vecchio y la Catedral de San Justo, donde oyeron misa celebrada por Monseñor Carnelos en la Capilla de San Carlos Borromeo. Procedían de Venecia, donde visitaron diversos lugares de interés carlista y fueron recibidos por el Presidente del Consejo Comunal de Venecia, Renato Boraso, a quien entregaron una placa con la leyenda «La Comunione Tradizionalista Carlista alla città di Venezia, in segno di gratitudine per l’accoglienza di Don Carlos VII, Duca di Madrid, Re legittimo di Spagna, durante il suo esilio tra il 1881 e 1909. Venezia, 18 di Luglio 2009, nel Centenario della morte di D. Carlos VII de Borbón».

02 julio 2009

Centenario de Carlos VII



La Comunión Tradicionalista no podía dejar pasar sin conmemorar dignamente el centenario del fallecimiento del Rey Don Carlos VII, el 18 de julio de 1909.

Así pues, el próximo 17 de julio de 2009 (D.m.), en la ciudad de Trieste, donde está enterrado, y en presencia de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, se celebrarán los siguientes actos:

  • A las 16 horas, un Congreso sobre «El Carlismo español y el Trieste de los Habsburgo», organizado por el Ayuntamiento de Trieste y el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, en la Sala Bazlen del Palacio Gopcevich.
  • A las 19 horas, Santa Misa en la Catedral de San Justo de Trieste.
  • A las 21 horas, cena en el Club Náutico Adriaco.

Más información: correo electrónico

19 junio 2009

La Comunión Tradicionalista y la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús

La devoción al Sagrado Corazón de Nuestro Redentor, tan rica en valor teológico y espiritual, no tiene sólo una dimensión individual, sino que su profunda verdad se desborda también en significación política. El augusto misterio del misericordioso Corazón humano del Verbo encarnado no encierra sólo el secreto de la felicidad individual, sino que, como no podía ser de otro modo, ese misterio confirma todo lo que la fe y la razón nos enseñan sobre la criatura humana: que ha sido creada libre y social al mismo tiempo y por lo tanto, no hay remedio, ni espiritual ni material, que beneficie verdaderamente al hombre singular que no tenga un alcance y una misión para toda la sociedad humana.

Así pues, como no hay verdadera esperanza para cada uno de los hombres fuera de las entrañas misericordiosas de Nuestro Señor Jesucristo, así tampoco hay esperanza ninguna para las sociedades que como tales no se someten y confían a los cuidados del Sagrado Corazón de Jesús.

Por lo cual, plugo al Cielo revelar progresivamente a su pueblo la necesidad de que las sociedades, las familias y los individuos se consagrasen al Sacratísimo Corazón del Salvador, primero para dar la gloria debida al Nombre de Dios y, además, como remedio indispensable para el bien de las almas y para el bien común temporal de los pueblos.

Durante la Edad Media, esta devoción se consolidó, y escogidas almas fueron providenciales para este desarrollo, tales como Santa Gertrudis, Santa Matilde o la Beata Ángela de Foliño. En el siglo XVII, Dios quiso dar un particular impulso a esta verdad salutífera con los mensajes a Santa Margarita María de Alacoque. En el siglo siguiente, el mismo Jesucristo manifestó a Bernardo Hoyos S.I.: «Reinaré en España, y con más veneración que en otras partes».

La omnisciencia de la Santísima Trinidad conocía los derroteros de enfriamiento de la fe que esperaban a los reinos cristianos y, con providencia infinita, dispuso ofrecernos anticipadamente el remedio para los males que nos aguardaban.

El 16 de enero de 1875, Su Santidad Pío IX pidió a los gobernantes que se consagrase el universo cristiano al Sagrado Corazón de Jesús. En plena guerra, el Rey y el pueblo carlista cumplieron fielmente con los deseos del Romano Pontífice en varios lugares de España y, con particular solemnidad y con presencia del Rey Don Carlos VII, en Orduña.

Más adelante, su hermano, el Rey Don Alfonso Carlos, que incluso se había anticipado en 1873, cuando era aún Infante, en el Monasterio de Nuestra Señora de Montserrat, a hacer la consagración del Ejército de Cataluña y Aragón, en su Declaración de 3 de junio de 1932 dijo: «Yo, en mi firme voluntad, en este día en que la Iglesia celebra la fiesta del Deífico Corazón, prometo solemnemente que, si la Divina Providencia dispone que sea yo llamado a regir los destinos de España, será entronizado el Sagrado Corazón de Jesús en el escudo nacional, siendo colocado sobre las flores de lis de la Casa de Anjou y entre los cuarteles de Castilla y León, bajo la Corona Real».

Finalmente, el Rey Don Javier, en 1966 renovó en el Cerro de los Ángeles la Consagración de España al Sagrado Corazón, ante el nuevo monumento levantado tras la Cruzada de Liberación.

Cuarenta y cuatro años después de que el Rey Don Carlos VII ya hubiera consagrado oficialmente los reinos de las Españas al Sagrado Corazón, en 1919, el entonces ocupante material del trono, Alfonso, llamado XIII, realizó un acto de consagración de España al Sagrado Corazón ante el monumento erigido al efecto en el Cerro de los Ángeles. Precisamente en conmemoración de este acto la diócesis de Getafe ha convocado una «renovación de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús» para el domingo 21 de junio. Ante lo cual, esta Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón se ve en la obligación de realizar algunas puntualizaciones:
  1. No puede dudarse la conveniencia y aun la obligatoriedad de aprovechar el remedio celeste de la consagración de los individuos, de las familias y de las sociedades al Sacratísimo Corazón de Jesús;
  2. En tal sentido, la Comunión Tradicionalista no puede sino compartir y aplaudir la piadosa intención del acto convocado para el próximo 21 de junio en el Cerro de los Ángeles;
  3. Eso no obstante, conviene recordar que si se quería conmemorar y renovar la Consagración de España al Sagrado Corazón, no ha sido feliz la fecha escogida como referencia.
  4. El acto de 30 de mayo de 1919, en el que el entonces Jefe del Estado, Alfonso, leyó una solemne declaración a los pies de la imagen del Sagrado Corazón, fue un acto cuanto menos equívoco. Mientras el régimen político por él encabezado, en su política interior y exterior, se desentendía de los derechos exclusivos de Nuestro Señor Jesucristo en el orden político, dicho Jefe del Estado se aprestaba a realizar un gravísimo acto delante de Dios que le exigía conformar sus acciones a sus palabras. Sin embargo, si la consagración se hizo, la política de Alfonso no varió, sirviendo —forzoso aunque doloroso es decirlo— ese acto de consagración como cebo con el que engañar a muchos católicos incautos.
  5. Por todo lo cual, no se puede dudar que aquel acto de 1919, en cuanto a la intención de la mayoría, fue un verdadero acto de religión, pero en su naturaleza objetiva fue un grave sarcasmo. Como el mismo Redentor nos enseñó, es posible mostrar piedad con los labios y traicionar real y objetivamente la voluntad de Dios (cfr. Mt. 7, 21).
  6. Por último, la Comunión Tradicionalista reitera su unión con todos los católicos españoles que desean que España vuelva a ser consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, para mayor gloria de Él y salud nuestra. Por esa misma razón nos preocupa que un acto tan necesario se vea desvirtuado. Recordamos que la consagración de España es un acto plenamente político, aun cuando su finalidad sea el cumplimiento de un deber social de religión. Además, su efecto secundario, el bien común temporal, es de naturaleza también netamente política. Por todo ello, toda la buena voluntad de los obispos y particulares que se encuentren en el Cerro de los Ángeles el día 21 no puede subsanar el defecto de la ausencia de un gobernante político capaz de realizar esa ofrenda. Ni todos los obispos juntos, ni mucho menos un pequeño grupo de ellos están capacitados para consagrar España a Dios, tarea que sólo pertenece a quien con un mínimo de legitimidad ostente el gobierno de la patria. Finalmente, la referencia doctrinal, que en todo caso no debiera ser sino a la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo, parece ausente mientras se desenvuelve —a juzgar por las convocatorias y declaraciones hasta ahora hechas públicas— en los parámetros, cuanto menos equívocos, de la laicidad, aunque venga apodada de positiva, que remiten paradójicamente al liberalismo, precisamente la contrafigura de lo que representa la espiritualidad del Sagrado Corazón.
En virtud de todas las consideraciones precedentes, la Comunión Tradicionalista declara que se adhiere a la intención y a las aspiraciones de los convocantes de poner nuestra patria en el refugio del Sagrado Corazón, pero advierte de la imposibilidad de que ese acto tenga la virtualidad propia de una consagración, menos aún a la vista de algunas de las claves doctrinales que se vislumbran, y por lo tanto pide a sus miembros que se consagren personal y familiarmente al Sagrado Corazón, pero que no participen físicamente en el acto del 21 de junio para evitar una confusión más que probable. De igual modo recuerda a todos los que considerándose carlistas se han apresurado a adherirse incondicionalmente a la mencionada convocatoria, que los puntos doctrinales aquí referidos son ineludibles y no deben comprometerse.

Quiera Dios bendecir nuestros esfuerzos en aras a la restauración de un poder político legítimo en las Españas, paso previo necesario para renovar esa tan necesaria consagración. A todos los españoles, pues, que ven el remedio para los males de la patria exclusivamente en el dulce Corazón de Jesús, les intimamos a compartir nuestro empeño y a luchar por la instauración de un orden social cristiano.


Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón

Madrid, 19 de junio de 2009
Festividad del Sagrado Corazón de Jesús

03 marzo 2009

Mártires de la Tradición, 10 de marzo

Madrid
Martes 10 de marzo
de 2009
20:00

Santa Misa
por los
Mártires de la Tradición

Capilla Santiago Apóstol
C/. Catalina Suárez, 16
(Metro Pacífico)

2009, Centenario de la muerte del Rey Carlos VII

«Todos morían al grito de ¡viva la Religión!, ¡viva España!, ¡viva el Rey!»
«Con la misma sagrada invocación en los labios, ¡cuántos otros han entregado el alma a Dios, mártires incruentos, en los hospitales, en la miseria; matados, aún más que por el hambre, por las humillaciones, y todo por no faltar a la fe jurada, por ser fieles al honor, por no doblar la rodilla ante la usurpación triunfante!»
«Propongo que se instituya una fiesta nacional en honor de los mártires que desde el principio del siglo XIX han perecido a la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey en los campos de batalla y en el destierro, en los calabozos y en los hospitales, y designo para celebrarla el 10 de marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V.»
S.M.C. Carlos VII,
Carta al Marqués de Cerralbo, instituyendo la fiesta de los Mártires de la Tradición
Venecia, 5 de noviembre de 1895

Celebraciones en otros lugares: haga clic aquí

02 octubre 2008

Crónica del congreso 175º aniversario del Carlismo











Tomamos la crónica del cuaderno de bitácora provisional del Consejo de Estudios Históricos Felipe II, http://consejofelipesegundo.wordpress.com, donde también puede verse una galería de fotos del congreso y más noticias sobre el mismo.



Como adelantábamos en la crónica de urgencia anterior, el CLXXV aniversario del primer «¡Viva Carlos V!», dado en 1833 por don Manuel María González y los Voluntarios Realistas de Talavera de la Reina, ha sido dignamente conmemorado por el congreso internacional «Una revisión de la tradición política hispánica: A los 175 años del Carlismo», organizado en Madrid por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, con la colaboración del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, en continuidad con el que en 1983 organizasen en la propia Talavera los recordados Gabriella Pércopo, viuda de Elías de Tejada, y Joaquín García de la Concha.
Como estaba previsto en el programa, a las 08:30 del sábado 27 de septiembre dio comienzo la recepción e inscripción de participantes, en el Hotel Tirol. La instalación de puestos de libros de la Editorial Actas; la Editorial Episteme, con su colección Rutas Carlistas; la antigua Fundación Stella; y la Fundación Francisco Elías de Tejada, fue muy bien recibida por los asistentes.
Pasadas las 09:30 horas tuvo lugar el acto inaugural, en el cual intervino el profesor Miguel Ayuso, director científico del CEH Felipe II. Hizo las veces de secretario el profesor Juan Cayón. El número y la extensión de las ponencias presentadas obligó a reducir el número de intervinientes. Las ponencias completas aparecerán en el libro de las actas del congreso, que aparecerá (D.m.) en 2009, coincidiendo con el centenario de la muerte de S.M.C. Don Carlos VII.
A las 10:00 se constituyó la primera mesa, El carlismo en la historia, presidida por el profesor Andrés Gambra. Intervino en primer lugar Luis Infante, presidente del Círculo Cultural Juan Vázquez de Mella, quien se ocupó de la evolución doctrinal del Carlismo desde sus orígenes hasta la actualidad. En segundo lugar lo hizo Francisco José Fernández de la Cigoña, sobre las relaciones del Carlismo y la Iglesia. Finalmente habló el profesor Alfonso Bullón de Mendoza, sobre Carlismo y milicia, con especial atención al siglo XIX.
Presidida por Luis Hernando de Larramendi, la segunda mesa, Los carlismos regionales, contó con las intervenciones de José de Armas, sobre el Carlismo en las Islas Canarias; el profesor Javier Barraycoa, sobre el Carlismo en Cataluña; Víctor Ibáñez, sobre el Carlismo en el Reino de Valencia; Ignacio Romero, sobre el Carlismo en el Reino de Granada; Juan Manuel Rodríguez González-Cordero, sobre el Carlismo en el Reino de Sevilla; y José Antonio Ullate, sobre el Carlismo en Navarra.
Tras el almuerzo se constituyó la tercera mesa, Las visiones del Carlismo, presidida por Monseñor Ignacio Barreiro. Presentaron sus ponencias el profesor Miguel Navarro (el Carlismo visto desde la Nueva España), el profesor Jacek Bartyzel (el Carlismo visto desde Polonia), el doctor Juan Matías Santos (en nombre propio y en el del portugués profesor Jorge Azevedo Correia, sobre António Sardinha y Juan Vázquez de Mella), el profesor Francesco Maurizio Di Giovine (el Carlismo visto desde la Península Italiana).
Hubo de excusar su asistencia el presidente de la cuarta mesa El carlismo y su representación, Carmelo López-Arias, por lo cual ocupó su lugar la profesora Dianella Gambini. Expusieron sus ponencias Juan Ramón Cayón Fernández (Carlismo y numismática), Estanislao García Martín-Vicente (Carlismo en el cine), y Rafael Botella y Juan Manuel Rozas (Carlismo y literatura).
Presidió la quinta y última mesa, El carlismo y su doctrina, la profesora Consuelo Martínez-Sicluna. Fueron los intervinientes el profesor Julio Alvear (confesionalidad del Estado y Unidad Católica), Juan Luis Ferrari (el Carlismo en la revista Verbo) y el profesor José Miguel Gambra (sobre las consecuencias del Concilio Vaticano II y su declaración Dignitatis Humanae).
Pasadas las nueve de la noche se clausuró a continuación esta primera sesión del congreso. Durante la tarde había llegado a Madrid S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, en cuyo honor se ofreció una recepción en la noche del sábado.
El domingo 28 de septiembre, por la mañana, el Infante Don Sixto Enrique recibió en audiencia a una delegación de las Juventudes Tradicionalistas, cuyos integrantes lo escoltaron a continuación a la Iglesia del Tercer Monasterio de la Visitación, donde a las 13:00 presidió la Santa Misa tradicional oficiada por Monseñor Ignacio Barreiro, director de la oficina romana de Human Life International. En su vibrante sermón, el celebrante, evocando el ejemplo de San Wenceslao, glosó la relación entre realeza, Cristiandad y Tradición, y exhortó a los presentes a perseverar en la defensa de la verdadera Tradición de la Iglesia y de las Españas, papel que ha venido desempeñando el Carlismo desde su aparición. El órgano hizo sonar la Marcha Real durante la elevación del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
A la salida de la iglesia, la multitud recibió con entusiasmo a Don Sixto Enrique, y entonó el Oriamendi y los vivas de rigor.
La comida de clausura del congreso tuvo lugar en el restaurante La Galería, de nuevo en el barrio universitario de Argüelles. Durante la misma, Don Sixto Enrique de Borbón fue saludando personalmente a los asistentes. A los postres, intervino en nombre del CEH Felipe II el profesor Ayuso, quien hizo balance del congreso y expuso los planes del Consejo para el futuro. S.A.R. el Duque de Aranjuez habló a continuación, explicando el sentido de su título de Abanderado de la Tradición, destacó la singularidad del Carlismo y animó a no aceptar «convenios de Vergara» políticos o eclesiásticos. Los comensales recibieron el obsequio del pintor Augusto Ferrer-Dalmau, una lámina, serie numerada de ciento cincuenta, con la leyenda «Homenaje de A. Ferrer-Dalmau a los Herederos del Carlismo en su 175 Aniversario. Madrid, 27-28 de Septiembre de 2008». Nuevamente el canto del Oriamendi y los vivas a Cristo Rey, a España, al Carlismo y al Rey legítimo pusieron el cierre a este congreso internacional «Una revisión de la tradición política hispánica: A los 175 años del Carlismo».
Entre los participantes, podemos mencionar a los requetés veteranos de la Cruzada Fernando Samaniego Conde, del Tercio de Nuestra Señora de las Nieves, y José Álvarez Limia, del Tercio de Oriamendi; al capellán castrense don Eduardo Montes; Manuel de Santa Cruz; el académico José María Castán; el profesor Francisco Sevilla; el profesor Fernando Claro, de la Confederación Española de Juristas Católicos; Cruz Baleztena; Lucio Liaño; Santiago Barco; Javier Martínez-Aedo; Francisco Requena con su familia; el valenciano Jesús Ferrando, con su hija Carmela; los catalanes José Ramón Brustenga e Ignasi Mora; los vizcaínos Pilar Badiola, Rogelio Ossa, y las hermanas Ruiz de Gopegui; Luisa Zamanillo; el abogado Antonio Castán y su mujer Liliana Fuchs (biznieta del Coronel Sánchez del Pozo, del Tercio Ortiz de Zárate); el editor Luis Valiente; el abogado Miguel Toledano; Carlos Rodríguez Camacho; el albaceteño Luis Camacho; los asturianos Manuel Ordóñez, Antonio Capellán (delegado nacional de las Juventudes Tradicionalistas), Enrique Valcarce y su mujer Susana Iglesias; el granadino Raúl Bolívar; el salmantino Guillermo Pérez Galicia, presidente de la AET; Javier López Ureña; Jaime Vives; Víctor Iribarren; Nicolás Martín Bayliss; Carlos Ayuso; Francisco Benito y su mujer Pepa Fernández de la Cigoña; Coro Hernando de Larramendi; el fotógrafo Tomás de la Cal; Juan López de Arce; Juan Ignacio González; Rafael Fernández de Clerck Elizalde; Noelia Morón. Merece especial agradecimiento de la organización Dolores Sánchez, secretaria técnica de la Fundación Francisco Elías de Tejada.
La web Audio Cristiandad está subiendo las grabaciones en audio de las ponencias de este congreso, en formato MP3.

05 mayo 2008

Seminario de formación sábado 14 de junio




















sábado 14 junio 2008
12:15


La Princesa de Beira
en la historia del Carlismo


por la profesora Alexandra Wilhelmsen,
Directora del Programa de Estudios Hispánicos de la Universidad de Dallas



Más información:
teléfono 658798743
correo electrónico

29 marzo 2008

Boletín CASTILLA CARLISTA nº 2

Acaba de aparecer el número 2 de Castilla Carlista, órgano de difusión del Círculo Antonio Molle Lazo. Ha pasado de las cuatro páginas del número 1 a las dieciséis de este, además de aumentar su formato de A-5 a A-4, con numerosas fotografías.

Sumario:
  • Inauguración del ciclo de coloquios para jóvenes
  • Mujeres carlistas
  • Datos y reflexiones sobre la inmigración en España
  • Frase del mes: "Lo que no corresponde a la verdad y a la norma moral, no tiene objetivamente derecho alguno ni a la existencia, ni a la propaganda, ni a la acción" (Pío XII)
  • Crítica de cine: No es país para viejos
  • ¡Qué lástima de actualidad!
  • ¿Octavismo?
  • Elecciones 2008
  • ¿Qué importa que un cura no vista su sotana?
  • Panorama aterrador
  • Homofobia
  • Noticias sin comentarios
  • Próximos eventos
  • Enlaces
  • Pensamientos
De la contraportada, dedicada a S.A.R. el Abanderado de la Tradición, destacamos lo siguiente:
"Suspiramos --decía Navarro Villoslada hablando de Carlos VII-- por un hombre que sea para toda la nación y no para uno, ni para dos o tres partidos; un hombre que mande con justicia, que gobierne con la moral del Evangelio, que administre con el orden y economía de un buen padre de familia.
Un hombre que diga al padre de familia: tú eres el rey de tu casa; y al municipio: tú el rey de tu jurisdicción; y a la diputación: tú, la reina de la provincia; y a las Cortes: yo soy el Rey". Nosotros eso podríamos decir de Don Sixto Enrique de Borbón.

Correo electrónico

Apartado de Correos 50.571
28080 Madrid


Este número 2 de Castilla Carlista se encuentra disponible en formato pdf en el área Archivos de las páginas para suscriptores de la agencia FARO.

28 enero 2007

Próximos seminarios de formación en Madrid


El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo ha programado las siguientes actividades para lo que resta de curso.

Seminarios de formación:

Sábado 17 febrero, 12:00 mediodía: "Cabrera", por Javier Urcelay.
Marzo: José Miguel Gambra disertará sobre la encíclica Pascendi, de San Pío X.
Abril: Miguel Ayuso hablará sobre el Rey Don Javier.

En mayo se celebrará un funeral por S.M.C. Don Francisco Javier de Borbón y Braganza, de cuya muerte en el exilio se cumplen treinta años; habrá también una cena de hermandad.

En junio se celebrará el acto de cierre del curso 2006/2007.

Más información: teléfono 639571159

10 marzo 2006

Seminario de formación: "Carlismo y política exterior"

Ponente: Luis Infante
Miembro de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón
Presidente del Círculo Cultural "Juan Vázquez de Mella"


Sábado 11 de marzo de 2006
11.30 h.
Fundación Francisco Elías de Tejada y Erasmo Pércopo
C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38 - Bajo izquierda
Madrid

25 abril 2005

Celebrado el primer Seminario de Formación

En la sede de la Fundación Francisco Elías de Tejada se celebró el primer seminario organizado por la vocalía de Formación del Círculo Carlista Antonio Molle Lazo. Una treintena de militantes y amigos de la Comunión Tradicionalista se dieron cita desde las once de la mañana del sábado para escuchar a los tres ponentes.

José Antonio Gallego hizo una apretada síntesis de la historia del Carlismo desde los primeros movimientos armados "precarlistas" hasta después de la Cruzada, ofreciendo datos muy interesantes y poco conocidos sobre los alzamientos carlistas de entreguerras en diversas tierras de las Españas que dan idea de la tensión combativa del Carlismo contra la usurpación liberal. Con la intención de deshacer determinados mitos recurrentes, el historiador madrileño insistió sobre el carácter nacional del Carlismo y su presencia continua y constante en toda la Patria frente a los que pretenden reducir el Carlismo a una mera controversia intraterritorial. Desarrolló minuciosamente los argumentos que justifican el derecho a la corona de la Dinastía legítima, ilustrados con un árbol genealógico de los Borbones españoles que permitió comprender mejor la explicación.

Manuel de Santa Cruz tomó como base la institución de la Regencia por S.M.C. Don Alfonso Carlos y fue desbrozando en orden inverso los principios de la Legitimidad española, para detenerse especialmente en la explicación de la Unidad Católica, su necesidad en nuestra Patria y el ataque que la libertad religiosa supone contra la misma.

Víctor Ibáñez realizó una reflexión sobre el papel del Carlismo hoy como custodio de una multisecular tradición y doctrina que no admite "componendas ni acuerdos deshonrosos" en palabras de S.M.C. Don Carlos VII, insistiendo en cómo la fidelidad a los principios nos da la razón y cómo desde nuestra integridad doctrinal hemos sido capaces con mucho esfuerzo y tesón y a pesar de traiciones y defecciones de organizar el acto carlista más numeroso de los últimos veinte años en Madrid el pasado día 29 de enero. Y cómo los que vacilan o se pliegan ante los errores doctrinales del presente llevan una estrategia política errante y condenada al ostracismo. Nuestra labor y acción política no debe ser meramente reactiva, sino que sin dejar de estar continuamente al hilo de la actualidad hemos de desarrollar un trabajo educador más profundo que siente las bases de la restauración de la Tradición sin claudicar ante los equívocos ni ante las comodidades.

Tras las intervenciones se abrió un turno de preguntas que dio paso a un animado coloquio entre ponentes y asistentes. La jornada se prolongó con una comida de hermandad, y por la tarde con una reunión con miembros de la Comunión Tradicionalista del Reino de León presentes en Madrid dirigidos por Diego Santos, que visitaron la Fundación Elías de Tejada y adquirieron diversos libros para profundizar en el estudio del Carlismo. Se puso de manifiesto su voluntad para el trabajo y la perfecta sintonía de pensamiento leal al tradicionalismo político y religioso en el cual reside una de las principales bazas de nuestra Comunión Tradicionalista.