26 enero 2005

Contra la Europa constitutivamente laica, las viejas naciones cristianas


Acto público en Madrid
HOTEL COLÓN, SÁBADO 29 DE ENERO, 7 TARDE

Hotel Colón: C/. Pez Volador 1, esquina Dr. Esquerdo 119
Autobuses: 30, 56, 143
Metro: Sáinz de Baranda (líneas 6 y 9)

Comunión Tradicionalista
DIOS · PATRIA · FUEROS · REY LEGÍTIMO
Los carlistas

21 enero 2005

Acto contra la Constitución Europea: Madrid, Hotel Colón, sábado 29 de enero, 19 horas. ¡Vota NO!

Madrid, enero 2005. Declaración de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón ante la aprobación del Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa:

1. La Comunión Tradicionalista, como cuerpo político que encarna la legitimidad histórica de los pueblos hispánicos, representa la continuidad del régimen de Cristiandad que la modernidad europea subvirtió y por la que, más que aislarse, España fue aislada.

2. En tal sentido, el pensamiento tradicional –que nunca ha caído en el “nacionalismo”– representa la resistencia frente a una “europeización” que entre nosotros siempre ha sido sobre todo “secularización” y que ha propiciado en los hechos la aceleración de la descristianización.

3. La llamada “construcción europea”, iniciada en la segunda posguerra del siglo XX, ha encontrado el método en el federalismo funcionalista y el fundamento en el laicismo economicista. Ambos se conjugan en el panorama político “postestatal”, caracterizado –entre signos contradictorios, pues tal es el sino de las situaciones de crisis– por la desnacionalización y la tecnocracia.

4. El Estado-nación moderno, pese a sus orígenes históricos y doctrinales, al presentar una base moral más sólida que la delicuescencia europeísta ha terminado por ser el paciente de la globalización actual. Y es que una “ciudadanía” de matriz economicista y concebida en términos de puro “patriotismo constitucional” se aviene más fácilmente con una “construcción” (como la europea) que con una “nación” (aun la revolucionaria).

5. La tecnocracia de las instituciones europeas, quizá pueda tener una componente de “buen gobierno” y en todo caso evidencia la impostura del morboso democratismo totalitario. Pero no deja de participar igualmente del proceso de alejamiento de la participación ciudadana que la democracia moderna aliena pero no anula, y de la que la tecnoburocracia europea, de hecho una forma de criptocracia, no hace sino separarse más, pese a la insincera acogida de un principio de subsidiariedad desnaturalizado y administrativizado.

6. La laicidad y el laicismo, que no son sino dos versiones de una misma ideología, están inscritos igualmente en el corazón de la “construcción europea”. Como previamente lo estuvieron en la “constitución” de los Estados modernos, a partir de las revoluciones liberales de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Pero las viejas naciones “nacieron” cristianas, de modo que la revolución hubo de aplicarse a cancelar su filiación dejándolas huérfanas. La nueva Europa, en cambio, nace ya expósita.

7. Además, la Iglesia, que hasta fechas recientes opuso al constitucionalismo la res publica christiana, parece en cambio contentarse ahora (en una mutación ya experimentada en las constituciones nacionales de los últimos decenios) con el recuerdo de las “raíces cristianas” (cuando no simplemente religiosas) o de la “herencia cristiana” (con el inconsciente reconocimiento de la muerte de sus principios, pues no hay herencia sin causante). De facto, pues, su lenguaje y su acción se han alineado con los de las democracias-cristianas: tal ocurrió en la Italia de la segunda posguerra mundial y, ya en otras coordenadas, en la España de finales de los setenta y principios de los ochenta: en ambas el (sedicente) “partido de los católicos” fue el encargado de pilotar el proceso de descristianización. También en el ámbito de la Unión Europea la democracia-cristiana ha jugado un semejante papel.

8. Este laicismo institucional (propio de la fase fuerte de la modernidad) ya sólo se combate por la Iglesia de modo incoherente y parcial y está reforzado por el efecto irradiante de los derechos humanos y, en particular, de la libertad de conciencia y religión (característicos de la fase débil o disolutoria de la modernidad). Cierto es que tal proceso no es exclusivo de las organizaciones europeas, pero no lo es menos que, por lo dicho, se presenta en ellas de forma más nítida. En nuestro caso, al distanciarse más de la situación de unidad católica de que hasta hace poco disfrutábamos, no puede sino agravarse el diagnóstico. Máxime cuando la “cuestión turca”, se despeja, sí, pero en sentido amenazante, y sin que se vean las razones por las que esa eventual solución no debiera extenderse a Marruecos u otros países mahometanos del Mediterráneo.

9. Junto a lo anterior, que se desenvuelve en un terreno entre lo doctrinal y lo prudencial, no dejan de aparecen aspectos que de lo prudencial llegan a lo técnico, y que también aconsejan un juicio negativo sobre el Tratado por el que se instituye una Constitución para Europa. Así, en primer lugar, la sustitución del precedente de Niza, que diseñaba un cuadro más favorable para España. O, en segundo término, la misma naturaleza jurídica de Tratado internacional aprobado a partir de una Convención, donde –desde la propia ortodoxia constitucionalista– por ninguna parte aparece el poder constituyente, sino que se reconocen los rasgos de las cartas otorgadas: broma de la historia la de volver a marchar por la senda constitucional con una carta otorgada. También, y es la tercera de las observaciones, la ausencia de una identidad suficientemente homogénea y solidaria que conjugue los evidentes intereses comunes con lo no menos notorios divergentes, sea en política exterior (¿atlantismo inglés, diferencia francesa o vía alemana?), económica (¿estabilidad o flexibilidad?) o de cohesión (¿hasta dónde y quiénes pagan y cobran?). Todo ello en un texto –cuarto– que, si bien ordena el corpus informe de los Tratados constitutivos y sus innúmeras reformas, resulta profuso y reglamentista en grado sumo.

10. Todavía en el dominio de lo técnico, en la actual coyuntura española, sería posible que la ratificación del Tratado constitucional condujera a una reforma de la vigente Constitución de 1978, para mejor adaptarla a aquél, que se aprovecharía para acometer otra que eventualmente afectaría a la organización territorial y que propugnan sobre todo quienes desean no tanto la voladura de un aparato estatal como la de España. Estaría, pues, llegando a término la profecía de Menéndez Pelayo sobre la suerte de la unidad nacional como dependiente de la católica.

Por todas estas razones, la Comunión Tradicionalista recomienda el voto negativo en el referéndum convocado para el próximo día 20 de febrero.

14 enero 2005

¡Examínese para el referéndum del 20-F, coñe!


Los conflictos con el N.O. del padre Uropa, S.I.


Si va a votar en el referéndum de la Constitución Europea el próximo 20 de febrero, no debe dejar de pasar por el confesionario para que le examine de catequesis europea el Padre Uropa, S.I.

¿Sois europeo?
Sí, por la gracia de Dios.
(Cachete.)


A Dios en Europa no se le nombra. ¿Sois europeo?
Sí, por desgracia.
(Cachete.)


Aquí no hay humor que valga. ¿Sois europeo?
¡Pues va a ser que sí!
(Se proteje, pero esta vez no le cae nada.)


Y ese nombre de europeo, ¿de quién lo hubisteis? De mi nacimiento ejpañó.
(Cachete.)

Menos coñas. Repito: y ese nombre de europeo, ¿de quién lo hubisteis?
De Monsieur Valéry Giscard d’Estaing nuestro señor, por quien todo en Europa ha sido creado, y que antes de que naciese mi abuela –mucho, mucho antes– ya era, se movía y existía.
(Se proteje con mayor protección, codo en ristre... pero tampoco le cae nada.)

No está mal, al menos el bautismo ya te lo has ganado. ¿Crees en la santidad de Robert Schumann?
Por Dios, padre, un poquito de por favor...
(Cachete. Otro cachete, éste con rabia.)


Malditos, siempre dudando de las canonizaciones. ¿Acaso os hemos dado motivo? Y ¿qué me dices de Konrad Adenauer?
Un buen tecnócrata, pero...
(Cachete.)


¿Y Alcide De Gasperi? ¡Al menos reconocerás su ejemplaridad como político católico!
Antes muerto...
(Cachete. Cachetón. Cachetazo.)


¡Que te pego, leche!
Antes muerto ¡ay! que sencillo ¡ay! que sencillo ¡ay! Que duele, padre ¡ay! que sencillo... jobar, que es sólo una canción.

Pero ¿dónde coño crees entonces que están las raíces cristianas de Europa? ¿En Carlomagno? ¿En San Benito? ¿En Dante? ¿En las Cruzadas? ¿En Carlos V? ¿En la doble defensa de Viena? ¡Las raíces cristianas de Europa están en la libre comercialización del carbón y del acero! Ignorante... Payaso... (Lloroso.) Pero padre, si no existen raíces cristianas de Europa, ¡lo dice la Constitución, jopé! ¡Que la última me ha dolido de verdad!

Bueno, acabáramos, no hay raíces cristianas. Para la confirmación ya estás. A ver ¿qué es la Comisión Europea? ¿La comisión? No sé... ¿Lo que cobraba Chirac cuando era alcalde de París?
(Cachete.)


¡Jodido impenitente! Venga, las tres virtudes coloquiales. Las tres virtudes coloquiales son tres: bambicristianismo, bobolapichez y lelomasoquismo.
Vaya, al fin algo que te sabes. Define bambicristianismo.
(Saca una chuleta disimuladamente y lee con voz cantarina como si se lo supiera de memoria.) Bambicristiano es el que se desgañita aplaudiendo al Papa cuando viene a España, pero cuando Giscard abofetea y humilla al Papa negándole una petición tan razonable como que en el preámbulo no dispositivo de la Constitución europea figuren las evidentes e innegables raíces cristianas de Europa... (toma aire)... va y en vez de meterle la Constitución europea por el trasero a Giscard acude corriendo al colegio electoral a votar que sí. (Respira aliviado, tras leer de carrerilla.)


Bien, confieso que comienzas a sorprenderme. Bobolapichez. Bobolapicha es el votante del PP que en vez de votar "no" para que siga vigente el Tratado de Niza que negoció Aznar y cuyo reparto de poder conviene a España, vota "sí" para que entre en vigor la Constitución europea que malnegoció Zapatero y cuyo reparto de poder perjudica a España.

¿Es pecado venial o integral? Integral, padre. De hecho, quien comete este pecado se considera a sí mismo un "bobolapicha" (cuando se mira al espejo), pero todos sus amigos le consideran un "bobolapicha integral".

Bueno, me estás sorprendiendo... ¡Casi que me arrepiento de haberte cascado...! A ver, la última, lelomasoquismo.


Lelomasoquista es el que se levanta, desayuna, come, cena y se acuesta aborreciendo a Zapatero, y a la primera ocasión que se presenta de borrarle la sonrisa de la boca, va y le refuerza en el poder sacándole las castañas del fuego en un plebiscito que podría ser su tumba.
Chico, no creí que nunca pudiera decirte esto, pero... ¡estás aprobado! Ya puedes ir al acto.
¿Acto? ¿Qué acto?
(Cachete.)


¡Cachis los moros! ¿Qué acto va a ser, niñato? El del sábado 29 de enero a las 7 de la tarde, en Madrid, contra la Constitución Europea, organizado por la Comunión Tradicionalista con el lema "Cristiandad o Europa"
Pero ¿dónde, padre? Si no es por no ir, padre Uropa, si no es por no ir... que si hay que ir, se va, Uropa, tío.
(Cachetón, arrebato, fustigamiento. Sale en su persecución. El otro se escapa.)
(Vuelve, refunfuñando por lo bajinis.) So inútil, te vas a reír tú de tu santa madre. Como te pille ese día y a esa hora en el Hotel Colón, te capo.

27 diciembre 2004

Feliz y Santa Navidad

El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, su Junta Directiva, sus asociados, colaboradores y demás amigos, les desean una muy santa y feliz Navidad y que el niño Dios, por medio de su Santa Madre, nazca, habite y reine en sus corazones, hogares y en toda la sociedad en esta Navidad, en el próximo año y para siempre.

30 noviembre 2004

Asamblea de Socios de 27 de noviembre

El pasado día 27 de noviembre coincidiendo con el V centenario del fallecimiento de la Reina Isabel la Católica, se ha reunido por segunda vez desde su constitución la Asamblea General de socios del Círculo Cultural Antonio Molle Lazo con la asistencia de una nutrida base de socios y de toda la Junta Directiva en pleno. Asimismo, contamos con la asistencia de otros amigos y allegados algunos de los cuales no dudaron en formalizar su incorporación al Círculo durante el transcurso de la reunión. A pesar de ello, hubo ausencias notables como la Santiago M., Miguel A. y otros socios y allegados habituales que de forma previa habían avisado de la imposibilidad de su asistencia.

La reunión comenzó con una oración, tomando la palabra a continuación el Presidente que hizo una breve exposición de los hechos más relevantes desde la Asamblea General anterior, destacando el acto de presentación del Círculo en la Cena de Cristo Rey así como la tortuosa legalización del Círculo después de las trabas jurídicas planteadas injustificadamente por la administración autónomica y oportunamente denunciadas por las personas designadas de la Junta Directiva. De igual modo se comunicó la activación del web log del Círculo (http://mollelazo.blogspot.com) que a pesar de su modestia cumple sobradamente los objetivos previstos respecto de calidad técnica y dinamismo de una página web de ámbito local. Asimismo, se informó de la apertura total y definitiva de la cuenta bancaria del Círculo en Caja Madrid (2038 1153 21 6001032574) y del presupuesto mensual inicial con el que cuenta el Círculo una vez gestionadas las domiciliaciones de las cuotas de los socios que comenzarán a cobrarse con fecha de 1 de diciembre y en adelante, todos los primeros días de mes.
También intervino Jose Antonio G. resumiendo otros acontecimientos que han tenido lugar durante el año 2004 como los de la beatificación del archiduque Carlos, con la asistencia de S.A.R. Don Sixto de Borbón y la peregrinación a Santiago de Compostela entre otros.

Asimismo se formalizó durante la reunión la incorporación de algunos de los presentes como nuevos socios del Círculo lo que fue recibido con satisfacción y agrado del resto de socios.
A continuación se anunciaron los actos que tendrán lugar el 18 de diciembre de la reunión de Amigos de Ciudad Católica al que se prestará aliento y adhesión desde el Círculo así como al acto de oposición al ateo y liberal tratado constitutivo europeo que tendrá lugar (D.m.) el próximo 29 de enero y donde el Círculo, como delegación territorial de la Comunión Tradicionalista en la sede donde ha decidido celebrarse, asumirá la responsabilidad de la organización, encomendándose a los recien designados responsables de organización del Círculo, el estudio y definición de las tareas organizativas y trabajos pertinentes para la correcta celebración del acto, así como su posterior ejecución para lo cual contarán con la constante disposición de los demás miembros del Círculo para cuando sean requeridos.

A propuesta del vocal Javier. S. de la Junta Directiva, se aprobó el calendario de actividades del Círculo para los meses siguientes:
- Curso intensivo de formación: se decidió por unanimidad que el mismo se realizase exclusivamente durante un fin de semana para facilitar la asistecia de personas residentes fuera de Madrid.
- Charlas conferencias: una vez al mes a partir de febrero hasta final de curso.
- Jornadas políticas: después de semana santa.
Asimismo, se aprobó unánimemente la designación de los responsables de las funciones organizativas del Círculo:
- Administración
- Organización
- Comunicación
- Formación
Finalmente, tras el turno de ruegos y preguntas y el rezo de un Padrenuestro el Presidente dio por concluida la Asamblea General.

22 noviembre 2004

Próxima Asamblea de Socios

El próximo sábado 27 de noviembre a las 18:00 horas tendrá lugar (D.m.) una Asamblea General de Socios con el siguiente orden del día:

- Resumen de actividades realizadas desde la última Asamblea
- Admisión de nuevos socios
- Aprobación de calendario de actividades
- Designación de responsables
- Ruegos y preguntas

Se ruega que los socios o allegados interesados en asistir a la reunión, confirmen asistencia en la siguiente dirección: mollelazo@telefonica.net

21 noviembre 2004

08 noviembre 2004

Intervención del Presidente del Círculo en la Cena de Cristo Rey

A continuación transcribimos la intervención de Luis L. en la Cena de Cristo Rey:
"Mi exposición quiere ser breve, lo suficiente para presentaros el círculo y sus actividades y a los ponentes que hoy nos acompañan. Quizá sea yo el menos apropiado para hacer una presentación del Círculo existiendo como hay entre los presentes voces muchos más autorizadas que la mía para hablar de lo que ha sido la recuperación del Círculo, que ya existió hace unos años, y de las vicisitudes que ha atravesado hasta su pleno reconocimiento por la administración pública.

Bien, para encontar los origenes del Círculo en esta nueva etapa tenemos que remontarnos al primer trimestre del 2003. En ese momento un grupo de tradicionalistas madrileños sentimos la necesidad de reorganizarnos y de empezar a dar una respuesta a los problemas actuales de nuestra patria. Sentimos el deseo de tener una actividad más intensa y sumarnos a las inicitativas que en otras sedes, ya han tenido éxito, como son, la Santa Causa o la Agencia de Noticias Faro. Así pues, finalmente el pasado 8 de mayo se constituyó el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo como organización local del tradicionalismo y plenamente integrado en la Comunión Tradicionalista.

Sin embargo, ni siquiera en la forma de asociación cultural ha pasado desapercibido nuestra organización para las autoridades, que han tratado de poner trabas a nuestro legalización. Finalmente, la propia administración ha reconocido lo infundado de su pretensión formulada fuera del plazo legal para hacerlo y ha acabado por reconocer nuestra absoluta legalidad con fecha de 7 de octubre pasado. Día, como saben, de la Victoria de Lepanto y de Nuestra Señora del Rosario que por su directa intervención en la victoria se ganó el título de "Auxilio de los Cristianos".

En cuanto al nombre del Círculo se ha escogido el del martir de la guerra de liberación el jerezano Antonio Molle Lazo y ello a pesar de que a Dios gracias no faltaban nombres de ilustres tradicionalistas que hubieran honrado prestando su nombre a esta asociación, algunos de ellos de reciente perdida. Sin embargo, fue la vida y sobretodo la martirial muerte de Antonio Molle Lazo -actualmente en proceso de beatificación-, la que nos decidió definitivamente a ponernos bajo su protección y a señalarlo como referente de nuestra acción, pues quien mejor que él, que vivió la aprobación oficial por el Papa Pio XI de la festividad de Cristo Rey y que murió asesinado respondiendo con Vivas a Cristo Rey y a España.

En cuanto a los fines y objetivos que persigue el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, éste nace con una doble vocación si se me permite. Por un lado, como organización local integrada en la Comunión Tradicionalista y al servicio por tanto de la Causa de Dios, Patria, Fueros y Rey y de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto de Borbón de Parma como abanderado de la tradición y autoridad legítima. Pero el Círculo además, quiere ser también un centro de difusión de la Doctrina Tradicionalista y de la Doctrina Social de la Iglesia y un lugar de encuentro de católicos militantes y de recta intención, mediante la promoción de actividades que sin ser estrictamente carlistas, si combatan con espíritu firme las consecuencias antinaturales de un Sistema corrompido.

Ello es el resultado de una reflexión personal de los promotores de que el tradicionalismo se enfrenta a un fenómeno social nuevo que es el de la completa secularización de la sociedad española que vive en un ateismo práctico y donde no existe terreno propicio para que una propaganda exclusivamente política pueda obtener los frutos deseados. La mayoría de quienes componemos actualmente el Círculo y los allegados -a quienes pronto integraremos- procedemos de ambientes poco o nada tradicionalistas. Han sido otras personas que llegaron antes que nosotros las que nos han abierto su mente y nos han cedido su tiempo y los que nos han aproximado a las posturas tradicionalistas. Es por ello, que nos planteamos la acción política como una acción principalmente formativa mediante actividades que den a conocer a la masa católica española la doctrina tradicionalista.

Y ello, en un momento dramático para la historia de España. En el plano social, los gobiernos del PP y del PSOE han conducido a la mayor ruindad moral de España de toda su historia. 80.000 seres humanos mueren todos los años en el seno de sus madres, convirtíendo lo que debiera ser el templo del amor de una madre por su hijo, en el cadalso de su muerte. Además la pildora abortiva auspiciada por el PP aumenta hasta lo desconocido a las víctimas de este crimen. El PSOE y algunos destacados miembros del PP amenazan ahora con dispensar de manera gratuita la funesta píldora y, lo hacen, engañando sobre sus verdaderas dimensiones abortivas.El pasado viernes muchos de los que estábamos aquí, nos manifestábamos junto a la sede del partido gobernante que incluso amenaza con ampliar los supuestos quirúrjuicos, convirtiéndose España en poco tiempo si Dios no lo remedia, en un paraiso legal para las prácticas abortivas. Y lo hacíamos de manera aconfesional y apolítica, prescindiendo del don más grande que Dios nos ha dado, el de la Fe.

La legalización de las uniones contra natura y la posibilidad de que adopten niños es otra medida que este gobierno progresista nos quiere malmeter a los españoles. Nuestros obispos que en muchos casos se limitaban a negar la equiparación con el Matrimonio, se olvidan de que aun incluso llamándose de otra manera son contrarios al orden natural y no pueden ser legalizados ni favorecidos de forma alguna.

La amenaza de suprimir la financiación de la iglesia por parte del Estado en claro incumplimiento de los compromisos asumidos por la desamortización es un acto más de hipocresía y falsificación, ya que el Estado es incapaz de asumir toda la labor social que realiza no solo la Iglesia sino las organizaciones promovidas por la Iglesia para paliar el sufrimiento y la pobreza y reconfortar espiritualmente en las dificultades. No obstante, la financiación del Estado aunque de justicia, actua en la práctica como atadura y armazón de la Iglesia que suaviza sus denuncias por el temor que sus palabras puedan suponer una retirada de la ayuda.

Por otro lado, el aviso de referendum de aprobación de la Constitución Europea, ha despertado un debate sobre las raices cristianas de la misma, en donde muchos católicos han pedido el reconocimiento creo que equivocadamente en el preámbulo, de esta mención. Digo que creo que equivocadamente, porque esa mención meramente nominal no supondría ni mucho menos un referente a la Ley Natural ni mucho aún un reconocimiento a su soberanía, sino más bien una utilización insultante del cristianismo y del nombre de Cristo para políticas contrarias precisamente a la moral y doctrina social cristiana. De haberse aprobado esta mención, muchos católicos habrían aprobado esta constitución en el referendum en señal de gratitud. Esperamos que en coherencia se opongan a la citada constitución europea y a la española donde aún resulta más sangrante esa omisión, pues fue la Fe católica la que fraguó su unidad política, ininterrumpida salvo contadísimas excepciones hasta el año de aprobación de esa constitución.

En los últimos meses, observamos como la sociedad católica e incluso la propia jerarquía comienzan a reaccionar frente los achaques virulentos del gobierno socialistas y empiezan a protestar frente las consecuencias antinaturales de un sistema político que no puede ser conforme con ese derecho natural. Sin embargo, creemos que si bien nos alegran esas reacciones de la masa católica, el fin último que perseguimos es el del Reinado Social de Cristo y, en consecuencia, el de la confesionalidad católica del Estado, un bien que la Iglesia sigue deseando auque algunos obispos silencien o nieguen esta verdad perenne tanto por exigencia de la Fe y deber de todas las naciones como por ser propio al ser de España. En este sentido, no contemplamos la renuncia política a este fin ni tan siquiera por motivos estratégicos, porque como demuestra la historia en la política terreno cedido terreno perdido.

Ello no es óbice para que el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo proteste ante las políticas actuales que conducen a España sin remedio hacia su desaparición. Sin embargo creemos que no solo hay que hacer una política de trinchera o de retaguardia, el tradicionalismo lleva muchos años en el frente y mucha sangre derramada en defensa de sus principios como para nuevos cantos de sirena del posibilismo, nos conduzcan a una renuncia políticia del confesionalismo, verdadero pilar de nuestro credo. No solo queremos católicos políticos sino también una política católica que como manda el catecismos ilumine las instituciones y todas las realidades temporales. Sin embargo, tampoco esta actitud debe llevarnos al inmovilismo y menos aún a despreciar a personas honestas de recta intención que sacrifican generosamente su vida en defensa de una doctrina moral y social católica y ello aunque no aciertan a disparar a las causas de esas consecuencias. Nuestros objetivos no son los de dificultar las legítimas protestas que pueden surgir en modo de partidos o asociaciones e incluso, cuando sea preciso, contarán con nuestro apoyo siempre que ello no comprometa a la Causa a la que pertenecemos y que no perdemos la esperanza de que finalmente triunfe, porque la desesperanza es el paso para la tibieza.

Entre las actividades que el círculo pretende llevar a cabo y antes de dar paso a nuestros invitados, queremos realizar tertulias y debates periódicos (mensuales o bimensuales) con una temática variadas: aspectos de actualidad, doctrinales, históricos, etc. El Círculo Antonio Molle Lazo comienza su actividad recuperando las Cenas de Cristo Rey, porque es en la firme creencia de la soberanía de Nuestro Señor lo que es causa y fin de nuestra acción. Confiamos en que esta tradición particular que hoy recupera el Círculo Cultural Antonio Mollle Lazo, sea el precedente de la recuperación para España de la Tradición con mayúsculas.

Finalmente, quiero terminar mi breve exposición presentándoles a los dos oradores que hablarán hoy en esta recuperación de la Cena de Cristo Rey. Dos oradores que no necesitan presentación, dos gigantes del tradicionalismo que nos honran hoy con su presencia entre nosotros.

Manuel de Santa Cruz, carlista de dilatada trayectoria, es un historiador y publicista fecundo. Es autor, de una parte, de los "Apuntes y documentos para la historia del tradicionalismo español (1939-1966)", en 28 tomos, alguno con varios volúmenes. Por otro lado ha escrito varios miles de artículos breves y combativos en revistas de toda clase, entre las que destacan "Qué pasa", en los sesenta y setenta, y "Siempre p´alante" de los ochenta hasta el presente. Presidente de la Junta Nacional para la Reconquista de la Unidad Católica fue el impulsor durante muchos años de las cenas de Cristo Rey.

Por otro lado, Miguel Ayuso es profesor de Universidad y autor de una docena de libros y varios centenares de artículos, en revistas españolas, europeas y americanas. Singularmente en "Verbo", cuya redacción dirige desde 1990. Es también el Secretario del Patronato de la Fundación Francisco Elías de Tejada y, tras el fallecimiento del inolvidable profesor Rafael Gambra, es el Secretario Político de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón. En los años ochenta tomó el relevo a Manuel de Santa Cruz en la organización de las cenas de Cristo Rey.
Hoy, pues, nadie mejor que ambos, por lo que representan para el tradicionalismo en general y para el carlismo en particular, pero también por su consagración a la causa de la unidad católica de España y a la celebración de la festividad de Cristo Rey, para hablar en esta ocasión en que el Círculo Antonio Molle recupera esta tradición."




03 noviembre 2004

Cena de Cristo Rey

CENA DE CRISTO REY. CRÓNICA.

Madrid, 31 de octubre.- El Círculo Cultural Antonio Molle Lazo, de Madrid, que lleva el nombre del heroico requeté martirizado en 1936 y en cuyo proceso de beatificación trabajan los carlistas andaluces, ha recuperado la tradición de celebrar la festividad litúrgica de Cristo Rey con una cena de hermandad. Celebración impulsada siempre por carlistas, pues en los años sesenta y setenta el organizador fue Manuel de Santa Cruz, tomando el relevo en los ochenta Miguel Ayuso. Precisamente durante la segunda época acudió a presidirla en una ocasión S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón. Ahora es la Comunión Tradicionalista de Madrid la que institucionalmente ha asumido la organización, además en la fecha en que originalmente fue instituida por Pío XI en 1925, esto es, el último domingo de octubre, que evita la confusión que el nuevo calendario litúrgico ha contribuido a afirmar, al situar la fiesta en el último domingo del año litúrgico, de indudable sentido escatológico.

Previa a la cena, se reunió en el mismo hotel la Junta Directiva Nacional de la Comunión Tradicionalista, con asistencia de los delegados regionales, así como el jefe de las Juventudes Tradicionalistas de España, bajo la presidencia del Jefe de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón. Pasaron revista a la reorganización de la Comunión Tradicionalista y señalaron los objetivos del futuro próximo.

Más de un centenar de amigos y correligionarios, jóvenes en su mayoría, llenaron las mesas del Hotel NH-Alberto Aguilera. Vimos a los sacerdotes Francisco Suárez, Juan María Montagut y Raúl Olazábal. Destacó la presencia de la profesora Alexandra Wilhelmsen, de la Universidad de Dallas, y de Miguel Navarro, de la Universidad Autónoma de Guadalajara. También se hallaban presentes –entre otros muchos– el jefe nacional de las J.T.E. Víctor Ibáñez, Lorena Serrano, María Cervera, Paula Gambra, al frente de sus hermanos, Ignasi Mora, Jaume Samit –en representación del portal L´Esclat digital–, los hermanos Jiménez París, Román García-Serrano, Rafael Echanove, Pablo Victoria y la familia Rizo. Igualmente vimos al historiador J. A. Gallego, el abogado Santiago Milans del Bosch, los profesores Andrés y José Miguel Gambra, el editor Luis Valiente y su mujer la profesora Consuelo Martínez-Sicluna, Francisco José Fernández de la Cigoña, Jaime Vives, María del Carmen Palomares, Javier Sáenz, Juan Cayón, José Díaz Nieva, José Joaquín Jerez, Antonio Sánchez, Gustavo Blanco o Javier Tarín.

A los postres, Luis L., presidente del Círculo Antonio Molle, tomó la palabra para presentar las actividades próximas del Círculo, así como a los oradores siguientes, Manuel de Santa Cruz y Miguel Ayuso. El primero, con lenguaje claro y directo, dijo que la fiesta de Cristo Rey es la fiesta de la confesionalidad católica del Estado, pues es el reinado social de Jesucristo y no un simple reinado espiritual el que evoca. En tal sentido recordó cómo en el siglo XIX el grito de realistas y carlistas era "Viva la Religión", que los cristeros mejicanos convirtieron en "Viva Cristo Rey", prolongado luego en la Cruzada española por los requetés. A continuación destacó algunos hitos de la historia religioso-política del carlismo para concluir que es preciso salir de la trampa católico-liberal de que las circunstancias impiden la implantación del Estado confesional. Miguel Ayuso, por su parte, aprovechó sus primeras palabras para homenajear a Manuel de Santa Cruz, quien –dijo– "siempre ha logrado desactivar todos los intentos en tal sentido de amigos y discípulos". Hoy, en cambio, siguió diciendo, "aprovecho que por razones institucionales soy el último en hablar, y por tanto él no puede hacerme callar, para decirle en nombre de todos que le vemos como el ejemplo viviente de caballero cristiano y carlista". Palabras que fueron rubricadas por un prolongado aplauso de la nutrida asistencia puesta en pie. A continuación señaló que pese a que superficialmente la fiesta de Cristo Rey pueda verse como un anacronismo político, eclesial e intelectual, la consideración profunda nos desvela unas razones que lejos de verse disminuidas con las "circunstancias" presentes, por el contrario se hallan reforzadas, sea porque –desde el ángulo político– se evidencia la necesidad de una invariable moral del orden político, lo que los inolvidables profesores Wilhelmsen y Rafael Gambra llamaron "ortodoxia pública" –recuerdo igualmente recibido entre ovaciones– como porque, ahora desde el ángulo religioso, el signo de la doctrina social de la Iglesia no ha sido otro que el de alzar una verdadera "contestación" cristiana del mundo moderno.

Así pues, con ambiente cordial y entusiasta, gracias a la Comunión Tradicionalista, y su reconstituido Círculo madrileño Antonio Molle Lazo, algunos de cuyos antiguos directivos se encontraban presentes, se ha contribuido a recuperar una tradición que milita en pro de la política católica, más de allá de los reclamos explícitos a "los católicos en la vida pública" y de las omisiones elusivas a las "raíces cristianas", en todo caso de idéntica matriz democristiana.